El hombre llegó al surtidor con su coche al mismo tiempo que otro conductor y procedió a llenar su depósito. Fumaba y hacía caso omiso de los avisos del empleado de la gasolinera.
El hombre sigue con el cigarrillo en la mano sin importarle lo más mínimo el peligro que suponía para él y para todos los presentes su actitud. Al ver que no hacía caso a las advertencias el encargado de la gasolinera pasó a la acción. Cogió un extintor, se acercó al lugar donde el joven está fumando y lo vació sobre él cubriendo al fumador, coche y conductor con una gran polvareda blanca. Con esta acción logró apagar el cigarrillo.
El fumador visiblemente molesto por la contundente acción pidió explicaciones de lo sucedido en una airada conversación con el encargado, que le reiteró que no se puede fumar cerca de los surtidores, por lo que justificaba la medida tomada ante la insistencia del individuo de seguir fumando.
1 comentario
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Genial la medida, fantastica la reaccion, tenemos superheroes estre nosotros,(para el que no sepa fumar en un sitio que puede incenciarse en dos segundosyo puede explosionar y causar muertos)yo hubiese hecho lo mismo, ole, ole , ole todo un heroe, y el del cigarro un capullo ,le tendrian que detener.