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El colegio británico Spalding Grammar School decidió prohibir a los alumnos de entre siete y once años que usasen mochilas, ya que el peso de estas puede acarrear serias consecuencias para la salud.

Ante esta iniciativa un estudiante de 17 años, Jacob Ford, comenzó una protesta silenciosa que se ha convertido en un fenómeno viral. Según Ford «siempre se pueden organizar los libros y cuadernos para que el peso de los mismo no sea un problema».

Por ello, decidió llevar sus libros a clase en un microondas, además de escribir una carta a la dirección del centro para que cambiasen la ordenanza. Esto le costó al joven dos días de expulsión y que el centro le solicitase que entregara su móvil para que no publicase más fotos de su protesta en las redes.

La madre de Jacob considera que el castigo es «desproporcionado» y otros muchos padres del centro han rechazado la medida del centro. Desde la escuela, han enviado un comunicado explicando que estudiarán las diferentes opciones.