Greenpeace promueve el consumo racional. | PAULO WHITAKER - REUTERS - X0092

TW
1

Greenpeace ha hecho un llamamiento a boicotear el Black Friday y recomienda a los ciudadanos a leer las etiquetas de los productos que se consumen, algo que en el caso de los alimentos no hace en torno al 19 por ciento de los españoles.

La ONG considera que leer las etiquetas es «el primer paso» para la conservación del medio ambiente y recomienda a los consumidores que lo hagan para saber si un producto es ecológico o usa componentes químicos, si es local y si contamina menos en su transporte.

Contra el 'black friday', Greenpeace apuesta por un consumo racional y realizará un taller en el marco de su evento internacional HAZ, donde explicará cómo entender las etiquetas a la hora de comprar y, por ejemplo, distinguir la letra pequeña de muchos productos llamados ecológicos que no lo son o si en la ropa, el contenido es de poliester o no.

Además, en las jornadas HAZ también se celebrarán charlas, proyecciones, juegos, conciertos, espacios de intercambio. «Dedicar unos minutos de manera habitual a leer el etiquetado, nos ayudará a seleccionar mejor los productos y, así, cuidar más de nosotros/as y del medioambiente» ha declarado la responsable de la campaña de consumo, Celia Ojeda.

En el taller se analizarán los etiquetados y las estrategias de las empresas que muestran un respeto «irreal» por el medio ambiente con reclamos como natural, orgánico o producido resposnablemente sin ninguna certificación oficial que lo avale.

Por ejemplo, recomienda leer la etiqueta del bonito 'del norte' para saber si realmente se ha capturado en el Cantábrico o en el Pacífico; o en la ropa, recomienda saber que el 60 por ciento del total de prendas que se fabrica al año contiene fibras sintéticas que no son biodegradables, por lo que aconseja tener menos ropa y cuidarla y lavarla con menos productos tóxicos.

Otro aspecto a revisar en una prenda es la cantidad de poliéster que contiene, que es plástico que se desprende como microplásticos en cada uno de los lavados, llegando directamente al océano.

En cuanto a los cosméticos, Greenpeace advierte de que usan en torno a 8.000 sustancias químicas y que algunos productos como pasta de diente o detergentes tienen pequeñas bolas de plástico que llegan directamente al mar.

La ONG denuncia también el etiquetado de algunos plásticos como «biodegradables» pero que en realidad siguen conteniendo plástico en grandes cantidades y estos no se degradan; o como por ejemplo con los plásticos «compostables».