El espectáculo está muy bien y a Aramís le encanta protagonizarlo, pero su visita a la casa de GH VIP acabó con polémica. | Twitter

TW
0

La bruja televisiva más famosa de España, Aramís Fuster, volvió por un tiempo a la casa de 'Gran Hermano VIP' para ponerse en evidencia. Si hace un tiempo defendía su soltura con los idiomas, esta vez quedó demostrado que el inglés no es su fuerte, y el sentido del ridículo tampoco, tanto por su comportamiento como por su look, con una peluca al estilo 'pelocho' de lo más llamativa.

Fuster se puso en la piel de los concursantes para tratar de sacar adelante la prueba semanal, con la que de momento no están teniendo demasiado éxito. Esta consiste en llamar a un país extranjero y conseguir que quien descuelgue repita una frase en nuestro idioma. Parece fácil pero no lo es.

La exconcursante lo comprobó en sus propias carnes cuando la primera vez su interlocutor fue en realidad un hilo musical. Al segundo intento se empleó a fondo, se esforzó, pero la persona al otro lado del hilo telefónico acabó hablándole en español porque no entendía nada.

Para que la velada no fuera un fracaso tan rotundo para Aramís, y tal vez para alargar unos minutos más su presencia en el programa, desde el plató le propusieron un juego: que escondiera una bola con la capa de Superlópez en el lugar que ella escogiera dentro de la casa.

El concursante que la localizara obtendría así el beneficio de ser el 'jefe de la casa'. La bruja no se rompió mucho la cabeza y la puso en el retrete.

El espectáculo está muy bien y a Aramís le encanta protagonizarlo. Pero entre tanto sainete a la audiencia no le pasó desapercibido un detalle curioso: un papel que la bruja llevaba 'escondido' en su ropa y que después apareció en uno de los asientos de los concursantes disparó las teorías conspiratorias de los espectadores.