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Este caso ha dado la vuelta al mundo. Un usuario fotografió a la pasajera de un avión de EasyJet sentada en un asiento sin respaldo antes de iniciarse el vuelo. Publicó la imagen en la red social Twitter y a raíz de ello la aerolínea de bajo coste le solicitó que por favor la borrara, aunque ya era tarde. La imagen estaba ya en todos lados.

La prensa sensacionalista británica vio en este tema un filón y se interesó profusamente por él. Un portavoz de la compañía admitió que la fotografía era real, aunque en declaraciones a uno de los tabloides de más tirada de las Islas matizó los hechos.

Al parecer la mujer tenía asignado ese asiento pero, obviamente, no estaba en condiciones de ser ocupado durante todo un vuelo. De este modo el personal de cabina la realojó tras el embarque, buscándole otro asiento en el que poder emprender su viaje con mayor comodidad y seguridad.

El vuelo cubría el trayecto entre Londres y Ginebra y la estampa motivó algunas suspicacias y dudas entre el pasaje. A muchos no le hizo mucha gracia ver el estado de este y otros asientos, en similares condiciones, aunque el vuelo transcurrió sin ninguna otra deficiencia ni queja de seguridad.

A pesar de la peculiar petición de la compañía aérea, el autor de la fotografía decidió que no tenía por qué eliminarla, y muchos otros respaldaron su decisión, reflejando el estado en el que algunos echan a volar.