Jil Love, activista en defensa de la independencia en Cataluña. | Marta Pérez

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Se llama Jordina Salabert, nació en Tarragona, aunque reside en Los Ángeles, y se ha convertido en la protagonista de muchas de las fotografías que se han compartido en las redes de la pasada manifestación en Barcelona contra de la sentencia del procés del pasado sábado. Su nombre artístico es Jil Love, y ella se define como «artivista». Es decir, una artista política.

Durante por la manifestación por la independencia de Cataluña, Jil Love se desnudó y tapó sus partes intimas con fotografías de los presos encarcelados. Maquillaje con heridas, una imagen de Oriol Junqueras, otra de Carme Forcadell y, por último una de Raül Romeva con un mensaje Freedom means choice (la libertad significa escoger).

Antes de participar en la protesta, la activista ya mandó un mensaje de apoyo a los líderes catalanes. «Nosotros, los catalanes, somos tan feroces y apasionados porque nuestra identidad, idioma y libertad han sido oprimidos y negados desde 1714 cuando el ejército real español se hizo cargo de nuestra tierra y nos impuso el exterminio de todo lo que no estuviera de acuerdo con su imperialismo», afirmó.

La misma activista mostró en sus redes sociales el proceso de maquillaje horas antes de la manifestación que reunió a miles de personas en Barcelona.

Su compromiso con la causa independentista viene de años atrás. En 2014, la agencia Reuters la fotografió tumbada en el suelo, semidesnuda, junto a una estelada y simulando estar ahogada por una bolsa de plástico. El sábado volvió a sumarse a las protestas con una performance, muchos de los políticos allí presentes quisieron fotografiarse con ella, entre ellos candidato de JxCat, Jaume Alonso-Cuevillas.

Otras causas que defiende Jil Love: La Coca Cola «mata el esperma»

La «artivista» comenzó su andada en las protesta del 15-M, desde entonces ha hecho peformances en contra de los toros, de Coca Cola, del Gobierno de Mariano Rajoy, el aborto, los derechos de los animales, la Ley Mordaza, Donald Trump, entre otros.

Muchos la consideran el azote de la marca de refrescos, ya que hizo unas polémicas declaraciones. «Bebe un trago de muerte. Coca-Cola mata. Financia guerras y el genocidio palestino. Mata las células del cerebro. Mata a los insectos, el maíz y el esperma. Genera violencia, enfermedades y adicción. Esto no es vida», aseguró.

Jil Love también se desnudó amordazada frente al Congreso de los Diputados, se sentó con un váter de oro encima de la estrella de la fama de Donald Trump. Ahora, se desnuda por la independencia de Cataluña.