Imagen de unas hogazas de pan recién hechas. | Pixabay

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El pan es uno de los productos básicos que consumimos a diario, en múltiples versiones. No obstante, en muchos casos, pasadas las 24 horas, no conservan nada de lo que fueron. Aquí te contamos algunos trucos para que puedas conservar tu pan como si acabara de salir del horno.

El cambio de humedad es lo que produce que el pan pierda esa corteza crujiente y termine secándose y endureciéndose, o, en otros caso, se queda correosa. Lo ideal es guardarlo en un ambiente seco, en una panera o bolsa de materiales permeables, como el papel y la tela. Si lo guardamos en bolsas de plástico puede permanecer más tiempo blando, pero con la corteza correosa.

También hay que tener en cuenta que los panes de mayor tamaño y formas redondeadas, tardan más en secarse; el pan de barra debe conservarse en un ambiente seco, en envases que permitan el intercambio con el exterior, y evitando zonas excesivamente frías.

¿Cómo conservar mejor el pan de molde?

Si se conservan al aire estos se pueden secar, pero guardados en una bolsa de plástico cerrada conservan su humedad y su ternura. Pasa igual con el pan de hamburguesa o perritos. Lo ideal es que se conserven a temperatura ambiente, y no en la nevera, como hacen en muchas casas.