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Agentes de la Guardia Civil han rescatado a 32 perros que estaban en «condiciones deplorables» y que al parecer habían sido robados en las provincias de Valencia, Castellón y Alicante por una red que iba a venderlos para la caza.

De este modo, en el marco de la operación Jascan, se ha desarticulado en Valencia una presunta organización criminal dedicada al robo y venta de perros de caza. Según ha precisado la Benemérita en un comunicado, son cuatro las personas detenidas y una más está investigada por los supuestos delitos de robo con fuerza, maltrato animal, abandono animal, falsedad documental y pertenencia a organización criminal.

Durante el transcurso de esta operación se han recuperado 32 perros, valorados en unos 50.000 euros, que habían sido sustraídos en las provincias de Valencia, Castellón y Albacete. Además, se han intervenido 48 tarjetas de identificación de perros de raza y 32 pasaportes, así como tres escopetas y una carabina.

La operación se inició a principios del mes de septiembre a raíz de dos denuncias por robos con fuerza de perros de caza en las localidades de Llanera de Ranes y L'Enova (Valencia). Posteriormente también se tuvo conocimiento de robos de canes en Almansa (Albacete) y en Barracas (Castellón).

Una vez localizados los presuntos miembros de la red, los agentes llevaron a cabo un registro en el domicilio del supuesto cabecilla del grupo y en un corral (antigua explotación ganadera) que regentaba, así como en varios domicilios de L'Alcudia de Crespins y Canals, donde se encontraron perros «en condiciones deplorables».

Varios de estos animales presentaban cortes de gravedad en el cuello realizados para la extracción del chip identificativo. Algunos animales fueron soltados por los supuestos autores al saberse investigados.

Por ello, se procedió a la detención de los cuatro presuntos miembros de la organización. Asimismo, se ha investigado a un veterinario que al parecer reimplantó chips nuevos a los perros robados y confeccionó nuevos pasaportes y tarjetas identificativas, sin darlas de alta en el Registro Informático Valenciano de Identificación Animal (RIVIA).

Los miembros de la red publicaban en páginas de compra-venta de internet anuncios en los que vendían los perros robados. Una vez hecha la compra, enviaban a los animales a diferentes lugares del territorio nacional a través de una empresa de transporte con servicio de envío de mascotas, a los que previamente le habían implantado un nuevo chip, así como expedido un nuevo pasaporte por un veterinario.

La operación, dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de los de Xàtiva (Valencia), ha corrido a cargo por agentes pertenecientes al Equipo Roca de la Guardia Civil de Xátiva, así como del Seprona de Vallada.