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Telecinco ha emitido este domingo los dos siguientes capítulo de Rocío, contar la verdad para seguir viva, un formato seriado de entrevista, en el que la hija de Rocío Jurado cuenta cómo ha sido su vida desde que iniciara con 17 años una relación sentimental con el padre de sus hijos, Antonio David Flores. Antes de la emisión, Rocío Carrasco envío un mensaje que se emitió en directo agradeciendo el apoyo recibido esta semana, después del estreno de este documental, y aseguró que se siente fuerte para seguir narrando su historia, un relato sobre maltrato que este domingo reforzó con nuevos testimonios. Rociíto compartió con los espectadores nuevos episodios de violencia, estando embarazada ahora ya de su segundo hijo. «Me agarró del camisón y me sacó medio cuerpo por fuera de la ventana».

La protagonista cuenta que todo sucedió a raíz de una infidelidad de Antonio David estando embarazada: «Le vi comiéndole la boca a la camarera». Rocío asegura que fue muy doloroso, no como mujer, sino como madre, ver aquello. «Lo sabía todo el mundo, hasta mis primos, menos yo. Me dijo que estaba loca, que a mí el embarazo me estaba afectando a la cabeza, que las hormonas me estaban sentando muy mal. Entré en pánico, empecé a llorar y a decir que me quería ir a casa. Y me dijo: '¿Te quieres ir a casa? Yo no te llevo, te vas andando».

Otro de los más impactantes sucesos es el que Rocío Carrasco rememora en el chalet de Chipiona donde vivían. Según afirma, Antonio David intentó tirarla por una ventana. El propio Antonio David ya había mencionado anteriormente estas acusaciones, incluidas en la demanda por malos tratos que presentó en su día Rocío contra él, y las había negado. «Un día yo no salí y me pasé toda la noche con dolores de tripa [por el embarazo], y cuando [Antonio David] llegó, a las ocho, o a las siete y media de la mañana, yo me había pasado la noche entera llorando. Le dije: 'Eres un sinvergüenza', y él me cogió en volandas por el camisón...».

«[La habitación] tenía un ventanal muy grande y a la izquierda había una ventana, y entonces me agarró del camisón y me sacó medio cuerpo fuera por la ventana, y la barriga me estaba dando en el borde. Giré la cabeza como pude y le dije: 'Procura que cuando llegue abajo me haya matado'... En ese momento él tomó conciencia de lo que estaba haciendo, de lo que quería hacer, y me soltó rápidamente», asegura Rocío, quien comparte que Antonio David siempre negó los hechos y dijo que la ventana tenía barrotes. Ella prueba un documentado firmado por el cerrajero de Chipiona que puso la reja, en el que este certifica que la protección fue colocada en el año 2010. La pareja se separó en 1999 y se divorció en 2001.