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Uno de los argumentos que más se escucha en contra de la compra de vehículos eléctricos es su precio elevado y no falta razón, ya que es cierto que este tipo de coches son sensiblemente más caros que sus homólogos de gasolina o diésel. Sin embargo, esta excusa pronto dejará de serlo y, según un estudio de BNEF, antes de lo que parece.

Este informe estima que entorno al próximo 2027, es decir, en apenas 6 años, los coches eléctricos tendrán el mismo coste que los de gasolina o diésel, facilitando así su plena inserción en el mercado automovilístico al convertirse en una opción real de compra sin suponer un sacrificio para los conductores.

El estudio de BloombergNEF (BNEF) para Transport & Environment (T&E) especifica que para el 2026 los coches tipo sedán y SUV serán equivalentes a sus homólogos de carburante en cuanto a precio, mientras que los automóviles pequeños llegarán a esta igualdad en el próximo 2027. En este año, también alcanzarán la igualdad de costes las furgonetas eléctricas.

Esta equiparación de precios se debe, sobre todo, a la bajada de costes en la producción de las baterías, el elemento más costoso del coche eléctrico. También, con el paso de estos años, las líneas de producción se habrán especializado en mayor medida en este tipo de vehículos, por lo que los costes serán significativamente menores.

Las consecuencias del abaratamiento de la producción de los coches eléctricos repercutirá directamente sobre el parque automovilístico europeo o así lo predice este estudio. Cerca del año 2035, los coches eléctricos podrían suponer el 100% de las ventas del mercado de Europa.

Sin embargo, desde T&E advierten que la bajada de precios debe ir acompañada de medidas legislativas que impulsen este tipo de movilidad sin emisiones. Desde esta organización piden medidas más exigentes respecto a los objetivos de las emisiones para esta década para que, efectivamente, los coches diésel y gasolina dejen de comercializarse en el 2035.