Vanesa Romero en una imagen de su Instagram. | Instagram

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Vanesa Romero ha hablado por primera vez de la extraña secuela que padece desde que se contagió de COVID-19 hace un año y medio: anorexia muscular. La actriz de La que se avecina ha explicado en la revista Lecturas que dio positivo al principio de la pandemia y que todavía arrastra síntomas relacionado con la enfermedad, ya que además tuvo COVID persistente. La intérprete, de 43 años, es asmática y por este motivo se la considera paciente de riesgo. «Ha sido bastante duro. He estado durante un año y medio con secuelas. A fecha de hoy, tengo puntualmente recordatorios y dolores musculares», ha indicado en la publicación.

«Son dolores de cuerpo. De repente, tenía como anorexia muscular. Se debilitó tanto el músculo que, si no hago deporte, me duele mucho todo y tengo muchísimas contracturas», ha manifestado. Por este motivo el ejercicio se ha convertido en su mejor medicina para luchar contra esta secuela. «Es como si el músculo se hubiera olvidado de trabajar. Me viene muy bien del deporte, y cuando dejo de hacerlo por trabajo, me pongo peor», ha señalado. Este problema también ha afectado a su salud mental e incluso ha pedido ayuda psicológica: «Tenía miedo de salir, miedo por si me volvía a contagiar. Necesité ayuda psicológica para saber cómo ordenar todo eso en mi mente y entender las cosas».

Actualmente Vanesa está volcada en su faceta como comunicadora ya que es la encargada de presentar el programa Corazón en Televisión Española. Hace tan solo una semana entrevistó a la también actriz Antonia San Juan, que habló sobre los graves problemas de salud que sufrió y que casi le cuestan la vida. «Se abrió el intestino y tenía una infección en los órganos. Entré directa a la UCI, donde estuve casi un mes. Mis padres vinieron directamente a despedirse porque me moría», relató a su compañera durante años en la serie de Telecinco.