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Ganar la lotería es el sueño de muchos para poder ver cumplidos todos sus deseos y vivir con mayor tranquilidad. Sin embargo, para los británicos Frances Connolly y su marido Patrick, sus planes fueron bien diferentes. Este matrimonio resultó agraciado en 2019 en el sorteo de Euromillones al ganar 137 millones de euros (115 millones de libras), una cantidad de la que solo les queda la mitad al haberse dedicado desde entonces a ayudar a los demás.

"Te da un chute de energía y es adictivo", ha confesado Frances Connolly en declaraciones que recoge la BBC. Al poco de ganar el bote, la pareja regaló dinero en efectivo a amigos y familiares.

Desde entonces, Frances Connolly se ha volcado en la ayuda al prójimo y ha creado dos fundaciones benéficas para apoyar a jóvenes, ancianos y refugiados en su localidad natal, en Irlanda del Norte y en Hartlepool, donde reside.

A pesar de haber acordado un presupuesto anual destinado a obras de caridad, ha mujer ha reconocido que ya se ha gastado la asignación correspondiente hasta 2032.

Los mayores lujos que este matrimonio se ha permitido tras ganar el Euromillones fue una casa de seis habitaciones y 2,8 hectáreas de terreno en el condado de Durham (Inglaterra), así como un Aston Martin de segunda mano.

Para Frances Connolly, la felicidad reside en ser capaz de dar a los demás. "He hecho esto toda mi vida. Habría sido millonaria de todos modos si hubiera recuperado todo el dinero que he regalado a lo largo de los años", ha asegurado.

En su opinión, ganar una gran cantidad de dinero como la lotería puede cambiar la vida a las personas, pero no su personalidad. "Si eres estúpido antes de lograrlo, lo serás también después", ha defendido.

Por este motivo, ha lanzado a todos aquellos futuros ganadores el consejo de que "el dinero te libera para ser la persona que quieres ser".