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El amor lo puede todo. Y si no que se lo digan a Akihiko Kondo. Este joven japonés decidió casarse en 2018 con un holograma de Hatsune Miku, la primera cantante virtual japonesa.

Su romance ha sido tanto surrealista como fugaz, ya que en marzo de 2020 acabó por una fuerza mayor. Esto ocurrió por el mero hecho de que la empresa que creó el holograma, Gatebox, dejó de actualizar este tipo de productos por su baja demanda.

La historia de Kondo comienza en el trabajo, cuando sufrió bullying por parte de sus compañeros. Un médico le diagnosticó un trastorno de adaptación y se vio obligado a pedir una baja laboral.

Pero todo cambió cuando descubrió la música de la que iba a ser su futura esposa "Me quedé en mi habitación las 24 horas del día viendo videos de Miku todo el tiempo", comenta Kondo a The Mainichi. "Ella me salvó", asegura.

El japonés recuerda el día en el que pidió matrimonio a Miku. "Espero que me aprecies", le respondió ella a él. A esta ceremonia acudieron 39 personas, entre las cuales no estaban sus familiares, ya que se opusieron ante tal simulación.

El único que le apoyaba en toda esta historia era su padre, el cual falleció antes de la planificación de la boda. "¿Y si mi padre estuviera vivo?, es una pregunta que se hace Kondo, a lo que se autorresponde afirmando que "probablemente habría participado".

Tras la celebración de la boda, la historia del japonés se viralizó y recibió varias invitaciones de diferentes universidades e instituciones para dar conferencias sobre su caso. Asegura que no pudo dar las "suficientes respuestas" porque no cuenta con el "conocimiento legal".

Aunque su voz se haya apagado para siempre, Kondo sigue dándole a Miku los buenos días y las buenas noches, y asegura que su amor por ella "no ha cambiado", independientemente de que ya no sea correspondido.