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Los fragmentos del cometa 73P/Schwassmann-Wachmann, abreviado como SW3, rozarán esta semana la Tierra formando una espectacular "tormenta de meteoritos", un evento muy esperado por los astrónomos, especialmente de América del Norte, donde se prevé su mejor observación. Según ha informado la NASA, se espera que esta lluvia de meteoros alcance su punto máximo en la noche del 30 de mayo y la mañana del 31.

Fue en 1930 cuando los astrónomos alemanes Arnold Schwassmann y Arno Arthur Wachmann descubrieron por primera vez este cometa, que orbita alrededor del Sol cada 5,4 años. Con el paso de las décadas, ya en 1995, los investigadores se dieron cuenta de que el cometa se había vuelto unas 600 veces más brillante y descubrieron que SW3 se había roto en varios pedazos, dejando tras de sí un rastro orbital lleno de fragmentos, explican desde la NASA.

Asimismo, las observaciones del telescopio espacial Spitzer publicadas en 2009 indican que al menos algunos fragmentos se están moviendo lo suficientemente rápido, agrega la agencia en otro comunicado. "Esta es una de las razones por las que los astrónomos están entusiasmados", explican.

De cumplirse los pronósticos, esta semana la Tierra atravesaría parte de esa estela de fragmentos del cometa, dando así lugar a una espectacular "tormenta de meteoritos", de hasta 1.000 estrellas fugaces cada hora, informa The Washington Post.

"Este va a ser un evento de todo o nada", ha comentado Bill Cooke, que dirige la Oficina de Meteoroides de la NASA en el Centro de Vuelo Espacial Marshall en Huntsville, Alabama.

"Si los fragmentos de SW3 viajaban a más de 220 millas por hora (354 km/h) cuando se separaron del cometa, podríamos ver una buena lluvia de meteoritos. Si los escombros tuvieran velocidades de eyección más lentas, entonces nada llegará a la Tierra y no habrá meteoritos de este cometa", ha afirmado el experto.

La mejor noche para observarla coincide además con la Luna en fase de luna nueva, por lo que habrá un mínimo de contaminación lumínica natural, un entorno que favorece la búsqueda de estrellas fugaces.

En cualquier caso, de producirse esta lluvia de estrellas, tan solo durará en el cielo nocturno una o dos horas, calculan los astrónomos.