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Las consecuencias del cambio climático son devastadoras, y las estamos viendo en todo el planeta. Ahora, una nueva investigación analiza cómo el riesgo de que se produzcan incendios forestales está incrementándose a nivel mundial por la crisis climática, pero también por la actividad humana y las políticas impuestas.

El estudio, realizado por un equipo internacional de investigadores dirigido por la Universidad de East Anglia (UEA, por sus siglas en inglés) en el Reino Unido, muestra que el cambio climático antropogénico es un factor de empuje que aumenta este riesgo, con sus terribles consecuencias medioambientales.

¿Cómo ha aumentado el riesgo?

Los modelos climáticos sugieren que en algunas zonas del planeta, como la Amazonía o el Mediterráneo, la frecuencia de los incendios en el periodo moderno "no tiene precedentes en comparación con el clima histórico reciente, debido al calentamiento global inducido por el hombre de alrededor de 1,1 °C", explican en un comunicado emitido por la Universidad de East Anglia.

Estos mismos modelos también revelan que la probabilidad de que se produzcan graves incendios forestales en el oeste de Estados Unidos, Australia y Canadá es "significativamente mayor" en la etapa reciente. Lo más grave es que "este será el caso en prácticamente todas las regiones del mundo si las temperaturas globales alcanzan 2-3 °C de calentamiento según la trayectoria actual", advierten.

El estudio analiza la relación entre la frecuencia de incendios en el pasado, presente y futuro, con la variedad de controles sobre la actividad de estos incendios, como el clima o el uso de la tierra.

Los resultados del estudio demuestran que la duración de la temporada anual de incendios ha aumentado en 14 días por año en el periodo comprendido entre 1979 y 2019. Por otro lado, el clima de incendios también ha crecido exponencialmente en la mayoría de zonas del planeta desde la década de 1980.

Si el calentamiento del planeta aumenta a 2 °C, el riesgo elevado de incendios forestales catastróficos también ocurrirá en los bosques boreales de Siberia, Canadá y Alaska y en los bosques templados del oeste de EE. UU.

¿Cómo influye la actividad humana?

"Los incendios forestales pueden tener impactos perjudiciales masivos en la sociedad, la economía, la salud humana y los medios de subsistencia, la biodiversidad y el almacenamiento de carbono. Estos impactos generalmente se magnifican en el caso de los incendios forestales", explica el autor principal, el doctor Matthew Jones, del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático en la UEA.

Los investigadores destacan que la actividad humana tiene efectos regionales importantes en la frecuencia de incendios forestales en un mundo en calentamiento constante. "Por ejemplo, han aumentado la ignición de incendios y reducido la resiliencia natural de algunos ecosistemas al fuego, sobre todo en las principales zonas de deforestación tropical de la Amazonía e Indonesia".

Sin embargo, los seres humanos también han sido capaces de reducir la propagación de incendios forestales mediante en zonas propensas "al convertir la tierra en agricultura y fragmentar la vegetación natural". Un hecho que se ha podido ver en pastizales de la sabana en África, Brasil y en el norte de Australia.