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Christina Phillips es una joven estadounidense que hace unos años, se convirtió en una de las mujeres más gordas del planeta. En su peor momento, llegó a superar los 300 kilos de peso.

Su historia la recoge el Mirror. Su caso se hizo famoso cuando apareció por primera vez en la serie de televisión My 600-lb Life («Mi vida con 272 kg») en 2012, donde confesó: «Estoy atrapada dentro de este cuerpo en el que no quiero estar».

Natural de Mississippi (EE UU), Christina admitió que no había salido de su casa en más de dos años debido a sus problemas de peso y culpaba a sus padres por haberle permitido comer demasiada comida basura.

La solución era un by-pass gástrico y para eso se puso en contacto con el doctor Younan Nowzaradan, que no obstante le puso un pero: no podría operarla si antes no perdía algo de su peso.

Esto la llevó a encontrar la motivación para tener una mejor dieta que, combinada con la cirugía y el ejercicio, la hizo perder 220 kilos. Ahora pesa menos de 85 kilos y suele publicar fotos de su nuevo look en las redes sociales para tratar de inspirar a otros.

«Ahora puedo hacer mucho más. Antes no podía caminar más de dos metros sin sentir que iba a morir. Ahora, podría hacer casi cualquier cosa que me proponga», dice.