Los problemas en la red social han comenzado sobre las 17:30 horas de este lunes. | R.S.

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La red social Twitter ha dado por resueltos los fallos que ha experimentado en todo el mundo una hora después de que empezara a dar problemas a la hora de cargar fotografías o ver correctamente la versión de escritorio. «Las cosas deben estar funcionando con normalidad. ¡Gracias por quedarte con nosotros!», escribió la red social 50 minutos después de que admitiera en otro tuit que «algunas partes de Twitter no están funcionado como se espera en estos momentos». La compañía, que sufre de este modo su segunda caída a nivel global en menos de una semana, no dio muchas precisiones sobre las razones, salvo que habían emprendido «algunos cambios a nivel interno con consecuencias imprevistas».

Según la web DownDetector, que vigila en tiempo real las incidencias que se registran en las principales tecnológicas, los primeros problemas han comenzado a registrarse sobre las 16.53 horas GMT y han afectado a los usuarios en todo el mundo. Los usuarios de la plataforma han informado de fallos a la hora de acceder a la versión de escritorio a través del ordenador, pinchar enlaces publicados en la red o tuitear imágenes. En algunos casos, han saltado al «feed» de algunas cuentas mensajes posteados por otros usuarios años atrás como si fueran nuevos.

Esta es la segunda caída que Twitter sufre en menos de una semana, después de que el pasado miércoles 1 de marzo la red social, propiedad de Elon Musk, sufriera fallos que impedían a algunos perfiles ver los mensajes nuevos que enviaban sus seguidores o actualizar la página de inicio. La red no ha ofrecido explicaciones sobre lo que está sucediendo o si puede tener relación con la partida -en la mayoría de casos por despidos, pero también voluntaria- de numerosos ingenieros de la red, algunos de ellos encargados de tareas de seguridad en la red y de continuidad del servicio.

El diario New York Times aseguró la pasada semana que la última ronda de despidos, de hace 9 días, supuso la partida del 10 % de las 2.000 personas que conformaban la plantilla después de varias tandas de recortes que han dejado la empresa con prácticamente la cuarta parte de su personal, pues eran 7.500 en el momento en que Elon Musk compró la compañía.