TW
0

Los autónomos estamos preocupados, no solo por los cambios que habrá en el sistema de cotización a la Seguridad Social, puesto que el Gobierno ya ha anunciado que se adaptará a los ingresos reales (lo que en un principio podría parecer favorable, pero que implica para muchos, sobre todo los veteranos, un encarecimiento), sino porque en los dos últimos meses se han perdido muchos emprendedores en España y en Balears.

Por ejemplo, en nuestra comunidad el descenso de autónomos del comercio ha sido del 1,7 por ciento. De los 21.608 autónomos de este sector que había en julio de 2017 se ha pasado a 21.244, 364 emprendedores menos en un año, uno al día.

Las bajas del mes de agosto marcan un récord y superan cualquier registro habido hasta ahora, un total de 17.894 autónomos menos a nivel estatal, es decir, 577 menos cada día. En julio la pérdida fue incluso mayor y superó los 22.200 trabajadores menos, lo que contrasta con el gran crecimiento que se experimentó durante el primer semestre del año.
Así pues, podemos hablar de “paron” en el crecimiento de uno de los indicadores de la salud económica y/o empresarial de nuestro país.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, anunció la semana pasada a bombo y platillo el pacto con el presidente del Gobierno para “bajar los impuestos a los autónomos”. Una mentira más de los políticos. De momento, lo que se ha aprobado en los Presupuestos Generales del Estado es la subida de casi cuatro euros en la cuota mensual.

Sí, habrá trabajadores por cuenta propia que cuentan con menos ingresos que tendrán que cotizar menos a la Seguridad Social, pero la gran mayoría tendrá que pagar aún más de lo que ya lo está haciendo.

Es importante ayudar a los que empiezan, pero no hacerlo en detrimento de los que ya están y que, por cierto, cuando empezaron no recibieron ningún tipo de ayuda.

Las arcas públicas podrían recibir entre 3.500 y 9.000 millones de euros más al imponer a los autónomos la cotización por ingresos reales. Una vez más, parece que el estado de bienestar que todo el mundo recibe en nuestro país recae sobre los trabajadores y trabajadoras que cotizan a la Seguridad Social, y muy especialmente en los autónomos que más trabajan.