Las hectáreas de viña en producción aumentaron un 1,92% durante el pasado 2018.

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El vino está de moda. En Mallorca proliferan las bodegas de nueva creación, aumentan las hectáreas sembradas de viña -muchas aún no están en producción- y la apuesta por la calidad ha convertido el vino mallorquín en un producto empresarialmente atractivo.
Durante el pasado 2018, aumentaron las hectáreas sembradas de viña, se incrementó la producción de uva y también la de vino y, aunque bajó ligeramente la comercialización, creció la facturación.

En Baleares existen dos denominaciones de origen, la DO Binissalem y la DO Pla i Llevant, perfectamente diferenciadas. Además, conviven seis Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP): Vi de la Terra Illes Balears, Vi de la Terra Serra de Tramuntana, Vi de la Terra Mallorca, Vi de la Terra Eivissa, Vi de la Terra Illa de Menorca y Vi de la Terra Formentera. Las denominaciones de origen tienen unas exigencias estrictas, de obligado cumplimiento, pero que favorecen la producción de un vino de calidad. El Vi de la Terra, en cambio, es mucho más diverso en las variedades que pueden emplearse, al tiempo que menos exigente en la calidad. Permite, por ejemplo, la producción de más kilos de uva por hectárea. El Vi de la Terra Mallorca crece en relevancia por las facilidades que otorga el nombre a la hora de la comercialización.

La superficie de viña en producción destinada a vinos de calidad -con denominación de origen o Vi de la Terra- ha aumentado un 1,92% durante 2018 hasta alcanzar las 1.004 hectáreas. El número de hectáreas en producción ha descendido un 12% en la DO Binissalem y un 13,27% en la DO Pla i Llevant. En las dos denominaciones de origen ha descendido un 12,75%. El incremento más sustancial lo ha experimentado el Vi de la Terra Illes Balears, que en 2018 pasó de cuatro hectáreas a 135, un 3.1245% más. En total, la superficie en producción de Vi de la Terra se ha incrementado un 14,52%.

La producción de uva durante 2018 fue de 9.907.718 kilos, con un incremento del 21,39% respecto al año anterior, si bien ha de considerarse que 2017 fue un año especialmente malo. La DO Binissalem ha aumentado un 3,21% la producción de uva, alcanzando 1.611.053 kilos, mientras que en la DO Pla i Llevant, con 2.423.676 kilos de uva, se ha incrementado un 10,85%. En el conjunto de las dos denominaciones de origen, la producción de uva ha mejorado un 7,67%. En el conjunto de los Vi de la Terra, la producción ha sido de 5.872.989 kilos, un 33,04% más que en 2017. Destaca que la producción de uva para el Vi de la Terra Mallorca fue de 4.569.098 kilos, con un incremento del 18,49%.

La producción de vino ha mejorado un 17,33% en 2018 y ha llegado a los 63.109 hectolitros. La producción de DO Binissalem fue de 10.199,19 hl, un 0,72% más que el año anterior, mientras que la de DO llegó a los 16.211,35 hl, con un incremento del 9,59%. En total, la producción de vino de DO ha sido un 5,99% superior a la de 2017. La producción de Vi de la Terra mejoró un 27,11%, alcanzando los 36.698 hl. Destaca, una vez más, la producción de Vi de la Terra Mallorca, que fue de 28.396,22 hl, un 12,04% superior a la del año anterior.

El vino blanco está de moda, como también sucede con el rosado en Europa. Su consumo aumenta de forma paulatina, pero inexorable. Durante el pasado 2018, la producción de vino tinto fue de 26.495,2 hl, un 12,45% superior a la de 2017. La producción de blanco fue ligeramente inferior, 26.266,35 hl, pero con un incremento del 50,13%. La producción de vino rosado fue de 10.347,31 hl, con un retroceso del 18,73%.

La comercialización ha experimentado un pequeño retroceso durante 2018. En total, se comercializaron 49,918 hl, un 0,43% menos que en 2017. De DO Binissalem se comercializaron 8.382 hl, un 17,10% menos que un año antes, mientras que de DO Pla i Llevant fueron 14.679, un 4,92% más. En total, se comercializaron 23.062 hl de vinos con denominación de origen, un 4,32% menos que un año antes.

La comercialización de Vi de la Terra, en su conjunto, fue de 26.856 hl, con un incremento del 3,16%. Vi de la Terra Mallorca acaparó casi toda la comercialización con un total de 23.459 hl y un aumento del 3,25%.

La comercialización de vino tinto es mayoritaria. Fue de 22.275 hl en 2018, pese a descender un 11,88%. En cambio, la comercialización de blanco, 16.360 hl, experimentó un leve crecimiento del 0,44%. El vino rosado, con menos producción que el año anterior, se ha comercializado más. En total, 11.282 hl, con un aumento del 31,66%.

El vino de Baleares se comercializa fundamentalmente en las propias islas. De hecho, 38.903 hl fueron comercializados en Baleares, un 1,75% menos, de un total de 49.918 hl. Es decir, que el 77,93% de los vinos se comercializaron en Baleares. El segundo mercado en importancia es la Unión Europea, en la que se comercializaron durante 2018 7.282 hl, un 13,58% más que en 2017. Supone el 14,59% del total. En España solo se comercializaron 1.510 hl, un 5,49% menos, y un 3,03% del total. Finalmente, en otros destinos se comercializaron 2.222 hl, con un descenso del 12,22%. Es el 4,45% del total.

Pese a que la comercialización descendió levemente, el valor económico de lo vendido aumentó un 5,33% respecto a 2017. El valor de los vinos comercializados alcanzó los 36.247.159 euros, mientras que un año antes había sido de 34.412.554 euros. Desde 2008, el valor económico del vino comercializado prácticamente se ha duplicado, pasando de 18.809.647 euros a los más de 36 millones del pasado 2018.

El Vi de la Terra Mallorca se comercializó por un total de 19.145.113 euros. El valor del DO Pla i Llevant comercializado fue de 7.800.793 euros, mientras que el DO Binissalem se quedó en 6.565.536. Destacar que el valor de comercialización de VT Illa de Menorca fue de 1.126.742 euros y de VT Eivissa 1.000.742 euros. El VT Formentera se comercializó por 269.768 euros, el VT Serra de Tramuntana por 202.968 euros y el VT Illes Balears por 135.811 euros.