Palma El Economico empresa Wireless DNA, Parc Bit fotos: Pilar Pellicer

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El mundo de lo smart, es decir, la aplicación de sistemas ‘inteligentes’ para proceder a un protocolo de actuación más rápido y eficaz, es el principal campo de estudio de Wireless DNA, dirigido por José Mañas y que se especializa en el desarrollo de sensores para la monitorización de redes, sistemas de energía, canales de telecomunicación y meteorología.
Wireless DNA, fundada en 2014, consiguió atraer rápidamente al mercado internacional: “Desarrollamos un producto llamado Entropy que ofrece servicios para optimizar las redes de telecomunicaciones y telefonía móvil. De esta forma, atrajimos una gran clientela en México e Israel”, relata José Mañas, su creador. Además, su talento como empresa le ha valido galardones como el premio nacional CEPYME a la Innovación Tecnológica en 2017: “Los premios nos han ayudado a posicionarnos en el mapa nacional, aunque en el extranjero sí es cierto que ya teníamos cierto nombre y reputación”, subraya Mañas. Sin embargo, sus aspiraciones van mucho más allá de los reconocimientos: “Estamos trabajando para el primer operador de telecomunicación del mundo, y nuestro objetivo es convertirnos en una empresa de investigación y desarrollo multidisciplinar”.

FUSIÓN. Desde hace un año, Wireless DNA adquirió parte de MeteoClim, marca de tecnología climatológica fundada en 2012 por Carlos Alonso. Este se ha convertido en el actual director del área smart y medio ambiente de la compañía: “Nuestro cometido es ofrecer unos servicios meteorológicos disruptivos para mejorar los sistemas de predicción existentes y utilizar las redes de telecomunicación como fuentes de observación del tiempo”, asevera Alonso.

La combinación entre Wireless DNA y MeteoClim, pese a parecer inicialmente extraña, ha resultado ser una sinergia: “Establecernos en Mallorca al principio nos pareció que tendría una connotación negativa, especialmente en temas de vanguardia tecnológica. Fue por ello por lo que nos asentamos en el Parc Bit, donde también estaba MeteoClim. Buscábamos empresas con las mismas inquietudes que nosotros y, tras conocernos, decidimos colaborar con ellos”, explica José Mañas. Esta unión les ha valido una financiación del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) de un millón de euros para un proyecto que usa las redes de telefonía móvil como fuente de observación meteorológica.
De hecho, el asentamiento de Wireless DNA se produjo después de la creación de las oficinas en México: “Además de por la afinidad idiomática, escogimos ese lugar por la alta densidad de población, con lo que se abarca un mayor mercado”, afirma Mañas. Además, la unión cultural con Latinoamérica y su alineación con España les resultó más viable: “En nuestro caso, la otra opción hubiera sido apostar por países como China o Singapur, pero en estas zonas el mercado asiático está muy bien posicionado y no contamos con ese añadido cultural”.

Los responsables de la empresas también reconocen que encontraron problemas a la hora de establecerse en Mallorca: “Cuesta mucho ser profeta en tu tierra. Hasta que no has demostrado algo fuera no se produce un interés real”, lamenta Carlos Alonso. “En MeteoClim, antes de fusiarnos con Wireless DNA, también contábamos con una cartera de clientes dentro de España, pero no en Balears. De hecho, ha sido desde hace poco cuando las empresas locales han contactado con nosotros”.

PRESTACIONES. La empresa traza varias líneas estratégicas respecto a los productos que está lanzando al mercado y aquellos proyectos que saldrán a corto plazo: “En primer lugar, seguimos apostando muy fuerte por el área de optimización de redes de ingeniería de telecomunicaciones, donde contamos con un producto diferencial y un software que hace que sea más competitivo, ahorra costes y mejora la experencia del usuario en el servicio”, dice Mañas.

Otro eje importante de investigación es el área smart, que se centra en la creación de hardware agregado a sensores que mejoren la sensibilidad o incluso patentes de estos productos: “Buscamos un tipo de sensores para mejorar las prestaciones en el área de residuos y estamos creando un hardware propio en el ámbito de la monitorización de energía”, indica Mañas. Se suman a ello patentes de varias soluciones smart compatibles con los productos ya lanzados: “Tenemos en hardware la monitorización de una cadena de frío enfocada a la hostelería en el ámbito de conservación de los alimentos, para que no pierdan la cadena de frío, evitar fraudes y riesgos de intoxicación”, relata Carlos Alonso. La investigación en el mundo de la climatología también está avanzando: “Estamos en el proceso de elaboración de una estación meteorológica que pueda predecir eventos extremos de fenómenos climáticos peligrosos tan solo seis horas antes de que se produzcan”. Uno de los modelos más apreciados por sus clientes es la inserción de “un centro de control de operaciones remoto que funciona las 24 horas y los siete días de la semana que permite, en caso necesario, hacer de soporte al 112, a las administraciones para la monitorización de cierto tipo de sensores o que gestionen ciertos problemas del sistema”, explica Mañas.

SOLUCIONES. Los responsables de Wireless DNA son conscientes de la ambigüedad que supone tratar el mundo del smart, pero ellos tienen claro en qué consiste: “Se habla mucho del big data y de la inteligencia artificial. Nosotros estamos tratando de aplicar, antes de inteligencia artificial, inteligencia”, remarca José Mañas. Para él, esta ‘inteligencia’ se da “una vez se obtienen informaciones más completas y transversales de lo que está sucediendo y se puede llevar a cabo un protocolo de actuación para detectar problemas y corregirlos a tiempo”.

Una vez se ha trazado el patrón de conducta ante la observación de situaciones de riesgo, proceden a automatizarla con sistemas informáticos: “Combinamos fuentes de información y les aplicamos protocolos inteligentes. Damos así la posibilidad a que haya detrás una persona que tome la medida final o una máquina programada para tomar decisiones”, alega Mañas.

Esta búsqueda de problemas en distintos terrenos para aplicarles soluciones informatizadas hace que cuenten con un equipo heterogéneo: “Tenemos ingenieros de telecomunicaciones, físicos, meteorólogos, electrónicos y matemáticos. Fomentamos ese ecosistema, un trabajo en conjunto dirigido hacia un fin común, y así mezclamos talento”, explica Mañas.

FUTURO. Wireless DNA fue uno de los candidatos de una licitación del Consell de Mallorca con un presupuesto de 6,9 millones de euros en la que compitieron un total de siete marcas. Grandes corporaciones como Telefónica, Indra y El Corte Inglés se disputaron este contrato, que, finalmente, fue adjudicado a Telefónica. Sin embargo, hay que destacar que “hemos sido la única empresa fundada íntegramente en Mallorca que se pudo presentar, y llegar a ser capaces de competir con estas grandes marcas es un honor y nos posiciona en el mapa nacional”, afirma Carlos Alonso.

Uno de los retos que la compañía tiene de cara al futuro es ampliar sus clientes potenciales, que actualmente son las marcas de telefonía móvil y las administraciones públicas. Aun así, tienen un objetivo ambicioso: “Queremos convertirnos en la empresa de investigación y desarrollo punteros en nuestro sector y contar con la mejor red de meteorología del mundo, con instrumentos susceptibles del clima y la población”, sentencia José Mañas. Además, pretenden también extender sus productos en el mercado nacional, sin dejar de lado a México e Israel, sus principales compradores: “Nuestra visión es convertirnos en una empresa smart de referencia tanto a nivel nacional como internacional”.