De izquierda a derecha, reunidos por El Económico: Fernando Serrano, director de la red de oficinas en Balears de Bankinter; Jaume Julià, director territorial de Catalunya y Balears de Cajamar; Biel Bauzà, director general de Colonya Caixa de Pollença; María Cruz Rivera, directora territorial de CaixaBank en Balears; José Ramón Fragoso, director de Corporativa Regional Este de BBVA; Antoni Serra, director territorial de Bankia en Balears; Pedro Ballester, director regional de Banco Sabadell en Balears; y Rafael Ferragut, director regional de Grandes Empresas de Balears de Banca March.

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La banca sabe que el futuro más cercano es complejo, pero afronta los retos más inmediatos con optimismo. Un año más, los principales directivos de las entidades financieras en Balears se reunieron en un Encuentro organizado por El Económico para analizar la actualidad. Estuvieron presentes Antoni Serra, director de director territorial de Bankia en Balears; María Cruz Rivera, directora territorial de CaixaBank en Balears; José Ramón Fragoso, director de Corporativa Regional Este de BBVA; Rafael Ferragut, director regional de Grandes Empresas de Balears de Banca March; Pedro Ballester, director regional de Banco Sabadell en Balears; Fernando Serrano, director de la red de oficinas en Balears de Bankinter; Jaume Julià, director territorial de Catalunya y Balears de Cajamar; y Biel Bauzà, director general de Colonya Caixa de Pollença. Celia Torrebadella, directora territorial de Banco Santander en Balears, excusó su presencia. Por parte del Grup Serra, estuvieron presentes Carmen Serra, presidenta; Paula Serra, directora de Medios Audiovisuales y editora de El Económico; Pedro Rullán, consejero delegado; y Pep Verger, director de El Económico. El Encuentro tuvo lugar en el restaurante Ola del Mar del Portitxol.

Los máximos directivos bancarios de las Islas coincidieron en señalar que pese a la incertidumbre y la desaceleración, no ven cerca una nueva crisis en Balears. El sector financiero tiene el gran reto de buscar rentabilidad en un entorno de tipos de interés negativos. Hay consenso en que las políticas expansivas del Banco Central Europeo no están consiguiendo el objetivo de aumentar el crédito y que suba la inflación.

DESACELERACIÓN. La mayoría de los máximos directivos consideran que Balears no está en riesgo de entrar en crisis, sino que las Islas padecen una desaceleración. Su diagnóstico, en este sentido, no es desalentador, sino que consideran que Balears se encuentra en una buena posición dada la situación internacional.

“Crisis, no; desaceleración, hasta un cierto punto”, comenta Antoni Serra. “Hablamos de crecimiento más moderado. Los datos del primer semestre son buenos. Es cierto que en alguna previsión baja un poco, pero la actividad ha sido buena. La inflación está baja, no repunta. Tenemos que estar expectantes ante la guerra comercial y la situación complicada de Alemania y el Reino Unido”.

“Estamos ante un menor crecimiento que años atrás, pero las previsiones son positivas. Apuntan a que España crecerá más que la media europea. Tengo el convencimiento de que queda mucho por hacer, pero que el futuro está lleno de oportunidades”, opina José Ramón Fragoso.

En el mismo sentido se expresa María Cruz Rivera: “Con todas las noticias negativas que salen cada día, los indicadores de actividad económica no se están traduciendo en signos que hagan pensar en una crisis. Yo sería optimista. Quizás podemos hablar de una recesión o una desaceleración, pero no hablaría de crisis a corto plazo cuando tenemos buenos datos objetivos de consumo”, indica.

“Tenemos que ser optimistas, pero no estar tranquilos. Prudentes, pero optimistas. Las previsiones de crecimiento de Balears han bajado, pero la economía de las Islas está mucho más preparada para afrontar lo que sea de lo que lo estaba antes”, pone de manifiesto Rafael Ferragut.

Pedro Ballester también ve el vaso medio lleno: “Estoy tranquilo. Soy optimista por naturaleza y pienso que al final la economía se va a adaptar a lo que el consumidor quiera. Sí que hay un poco de cansancio de tanto crecimiento, pero en Baleares seguirá yendo bien. La clave es la velocidad con que cambia todo, pero pienso que la gente que viene detrás sí que estará preparada”, valora.

“Quiero ser optimista, pero la situación es bastante compleja. Se ha trabajado mucho para que las entidades seamos más solventes y esto es una garantía importante”, matiza Biel Bauzà, quien resume los factores que afectan al presente y al futuro más inminente: “Con la guerra comercial entre China y Estados Unidos se está poniendo en duda la situación de liderazgo, una vez que dominen las tecnologías 5G. Si añadimos el escenario de tipos de interés negativos y lo que acontece en el Reino Unido, la situación es bastante compleja. A pesar de varios años de una política monetaria muy expansiva, que supuestamente tenía que hacer que la economía creciera, el crecimiento sigue a un ritmo bastante débil”, señala.
Más escéptico es Fernando Serrano. “Desde los años 20 nadie ha sido capaz de prever los cambios de ciclo. Me preocupa que hayamos tenido este verano el bono a diez años de España en negativo y no lo habíamos visto jamás; que los tipos de interés no solo están en negativo sino que siguen bajando. Los últimos datos de paro tampoco son buenos. La incertidumbre no es buena y no soy tan optimista. La banca tiene un problema de estructura, que sigue siendo muy pesada. Estamos ante un mundo diferente. Uber ha venido para quedarse, quieran o no los taxistas; Airbnb, también, a pesar de los hoteleros... Me preocupa la velocidad a la que todo cambia. La clave será la flexibilidad y la capacidad de adaptación. No sabemos muy bien hacia dónde vamos. Lo sabremos resolver, pero no estoy tan tranquilo. Cuando nos demos cuenta estaremos achicando agua”, reflexiona.

En positivo, Ferragut señala que la promoción y construcción no se han desacelerado y que el sector privado -familias y empresas- se ha desapalancado. Serra menciona que han bajado la compra de coches y el consumo, mientras que Rivera apunta que el gasto turístico sigue creciendo.

Por su parte, José Ramón Fragoso manifiesta la necesidad de buscar consensos de futuro: “Es importante que pronto se pueda llegar a un consenso para buscar qué tipo de medidas tenemos que poner en marcha para afrontar el entorno de alta incertidumbre que tenemos”, recuerda.

TIPOS NEGATIVOS. El Encuentro de El Económico con el sector bancario tuvo lugar solo un día después de que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, anunciara un paquete de nuevos estímulos para mejorar el bajo crecimiento económico y aumentar la inflación. A partir del mes de noviembre, las entidades pagarán un 0,5% por sus depósitos en el BCE, mientras que hasta ahora abonaban un 0,4%. También se retomarán las compras de deuda.

El entorno de tipos bajos, que se ha alargado más de lo previsto, afecta de forma negativa a la banca. Sin embargo, los financieros negaron que sea un “problema”, sino más bien creen que se trata de un “reto”. Además, señalaron que estas medidas del Banco Central Europeo no cumplen el objetivo de hacer fluir el crédito. Por ello, ninguno de ellos descarta que en un futuro no muy lejano los clientes incluso tengan que pagar para que el banco les guarde sus ahorros en depósitos.

Antoni Serra resumió la situación: “La banca tiene grandes retos. El primero es trabajar en un entorno de tipos de interés negativos y con constantes cambios regulatorios, que empujan a la baja la rentabilidad de la banca. Los depósitos históricamente aportaban valor, ahora el exceso de liquidez supone un coste significativo. La rentabilidad de la banca está por debajo del coste de capital que requieren los inversores, si los bancos no pueden acudir al mercado, el sistema estará infracapitalizado y, por tanto, no podrá incrementar sus carteras de créditos y, al final afectará a toda la economía, porque no podrá financiar, siendo un freno a su desarrollo. Hoy la banca es sólida y solvente, pero el entorno no favorece al sector. Y el tercer gran reto es el cambio tecnológico brutal que implica nuevas inversiones. No todos los clientes son 100% digitales o de oficina, trabajamos para adaptarnos a las necesidades de cada uno de nuestros clientes ofreciendo la mejor experiencia de cliente en todos los canales. El entorno presente y futuro, no lo hemos vivido, es totalmente incierto y lleno de grandes oportunidades”, sintetizó.

Rivera se mostró escéptica con las decisiones del BCE. “Las familias y empresas han reducido de forma significativa su endeudamiento y no se han aprovechado del escenario de intereses bajos. Todo lo contrario, ahorran más. Y la empresa está esperando la transformación digital y energética. Con lo cual esta medida, que se puede pensar si está bien o mal, no se traduce en la cuenta de resultados de un banco. Hoy hacemos negocio con la nómina, la tarjeta, la banca de empresas, los seguros...”, indicó. En el mismo sentido, Jaume Julià apuntó que “no hay excesivas peticiones de crédito” a pesar de las facilidades que ofrece el mercado.

“Ha habido una reestructuración, pero falta la revolución en el cambio de modelo del negocio bancario”, afirma Rafael Ferragut, remarcando que se trata de su “opinión particular”. Mientras que Bauzà apunta a las causas: “Los fondos habían crecido hasta que en el último trimestre del año pasado hubo una bajada importante de las bolsas y ahora crecen menos”, recordó.

Los intereses negativos también provocan anomalías en el endeudamiento público. “El sector público es uno de los más beneficiados con el escenario de tipos negativos, ya que se está financiando gratis o incluso cobrando”, señaló Ferragut. Antoni Serra comentó en el mismo sentido que hay casos concretos de fuera de Balears que se han financiado cobrando, como el Ayuntamiento de Valencia.

La incertidumbre es, de acuerdo con los financieros, la culpable de que el dinero no se mueva. De hecho, señalaron con preocupación la gran cantidad de depósitos a la vista que hay en este momento, de entre el 60% y el 89% de los recursos, una situación que tildan de “exagerada” o “peculiar”.

Y se mencionó otro riesgo de la política del Banco Central Europeo: otra burbuja inmobiliaria. “La política del BCE de estimular la economía tiene riesgos, muchos, porque corres el peligro de que particulares y empresas tomen decisiones que no tomarían en otro entorno. Una es correr al ladrillo, porque una de las cosas que van bien es el ladrillo”, apuntó Ferragut. De hecho, Rivera señaló que “hay riesgo” en comprar una vivienda “para alquilarla” y afirmó que en determinadas zonas de Mallorca, como Palma, “sí hay burbuja”.
Además, Fernando Serrano señaló que la morosidad esta repuntando en consumo y pymes en Balears, aunque otros financieros no estuvieron de acuerdo.

Además, todos los directivos señalaron que cabe esperar alguna nueva fusión bancaria porque la situación es proactiva a entidades grandes, sólidas y rentables.
La banca está transformando su modelo de distribución. Cada vez depende menos del margen financiero y más de los ingresos por prestación de servicios -comisiones-. La apuesta es la omnicanalidad: oficina y banca online, ofreciendo un valor añadido al cliente. Presumen de Bizum, una app móvil que han creado las entidades financieras de forma conjunta y que sirve para pagos instantáneos entre particulares y compras en comercios.
Además, diversas entidades ofrecen y financian productos de consumo como televisores o móviles. “Las grandes empresas están avanzando a velocidad vertiginosa en transformación digital. La pregunta es si las pymes o la Administración pública van a una velocidad adecuada”, reflexiona Fragoso.

CAJEROS. Un interesante debate surgió en torno a si los cajeros tienen futuro o si tenderán a desaparecer. En esta cuestión, el más radical fue Ballester. “Cuando desaparezca el dinero físico, al que le doy pocos años de vida, el cajero no servirá para nada porque todo se hará con el móvil”, sentenció. En una tesis similar se situó Serrano: “A los cajeros automáticos les doy menos vida que al dinero porque todo se hará con el móvil. Hoy por hoy son indispensables, pero a medio y largo plazo van a desaparecer. Cuándo, no lo sé”, señaló. “La tendencia es a desaparecer el efectivo, por tanto los cajeros también desaparecerán”, indicó asimismo Ferragut.

En cambio, Serra, Rivera, Julià y Bauzà defendieron que el cajero tendrá cada vez más funcionalidades. Todos explicaron que están haciendo grandes inversiones para dar más funcionalidades y operatividad a los cajeros y mejorar la experiencia de los clientes desde la omnicanalidad. Julià matizó que Cajamar apuesta por la omnicanalidad y no ve la desaparición de los cajeros, pero sí un menor uso de las tarjetas por el aumento del uso de los teléfonos móviles. Bauzà comparó la evolución del móvil con la de los cajeros, ya que ambos cada vez sirven para más cosas. Mientras, Fragoso considera que la oficina y los cajeros son todavía importantes a pesar de que el futuro de la banca es digital, y añade que el 47% del valor de las ventas del banco en el primer trimestre fue digital.

Además, días atrás se daba a conocer el dictamen no vinculante del abogado general de la Unión Europea acerca de las hipotecas referenciadas al Índice de Préstamos Hipotecarios (IRPH), a raíz de una cuestión que se ha elevado al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Los financieros consideran que el IRPH es “totalmente legal” y que el Tribunal Supremo lo consideró una cláusula “plenamente transparente”. Añaden que el abogado general ha determinado que no es una cláusula abusiva y caso a caso el juez va a determinar si a algún cliente no se ha hecho una comercialización adecuada, pero que lo que se ha inclumplido ha sido el requerimiento de transparencia. Biel Bauzà señala además que es “absurdo” pensar que la banca tiene información privilegiada. “Es triste que la percepción de la banca sea tan negativa cuando realmente hay una labor social financiera importantísima. En pocos países la banca ha facilitado tanto el acceso tan grande a la vivienda gracias a las hipotecas”, recuerda la directiva de CaixaBank. Ballester, por su parte, señala que la imagen de la banca ha mejorado mucho en los últimos años.

A mediados del mes de junio entró en vigor la nueva ley hipotecaria, que los directivos bancarios consideran positiva porque otorga más transparencia, aunque confirman que un poco antes de su entrada en vigor y en estos dos meses posteriores se ha ralentizado la firma de hipotecas.

ECONOMÍA REGIONAL. En cuanto a cuestiones de la economía balear, los ejecutivos bancarios de las Islas no mostraron preocupación por la actividad turística en el corto plazo. En cuanto a los cruceros, Ferragut sostuvo: “Las limitaciones a priori no son buenas, otra cosa es que haya que regular. Hay que evitar que haya concentraciones en días concretos que crean incomodidad para los que vienen y para los que viven. Hay que buscar el equilibrio. Igual para los coches de alquiler, con parkings disuasorios, de los que se habla pero no se crean”, afirmó. “La propuesta ha sido cambiar cantidad por calidad, porque las capacidades están saturadas. Parece razonable”, señaló Rivera. Mientras que Jaume Julià, con acuerdo general, fue tajante en relación con la turismofobia: “Estoy en contra de todas las fobias. Si dejan de llegar turistas tendremos que hacer campañas para que vuelvan. Creo que sería conveniente rediseñar el modelo turístico que queremos para Balears”, matizó.

En cuanto al sistema de financiaciación y los ajustes que debe acometer el Govern, Antoni Serra explicó: “Como cualquier economía, no sería lógico prever que tendrás menos ingresos y no hacer nada. Veremos la propuesta, pero tiene que haber equilibrio. Y en financiación, yo creo que estamos infradotados, pero no conseguimos tener una financiación adecuada”, concluyó.