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En septiembre las bolsas europeas tuvieron mejor comportamiento que las norteamericanas, esto supone una excepción tras años de índices del Viejo Continente menos rentables. La cuestión es saber si esta gran tendencia alcista continuará.

Ahora hay muchos factores macroeconómicos o geopolíticos: desaceleración, guerra comercial, brexit o impeachment harán ruido. Sin embargo deberían ser más importantes los resultados trimestrales que las cotizadas empezarán a publicar la semana que viene: al invertir en bolsa se compran empresas y los resultados y previsiones deben incorporar los factores mencionados. Es imposible predecir el próximo tuit de Trump, o qué publicará Facebook o Apple, pero sí es posible valorar cómo afectará en la estrategia de inversión de cada uno, cómo ponderar entre diferentes zonas, qué herramientas de protección se usan o cuándo invertir en un activo.

Por lo tanto, además de las noticias macro, publicaciones de resultados, valoraciones de analistas (o consenso de mercado), hay que tener en cuenta los soportes y resistencias del activo donde invertir. Si se analiza la bolsa americana, sus dos principales índices son el S&P y el tecnológico Nasdaq y, por supuesto, los anteriores máximos históricos, 3.030 y 8.000 respectivamente, serán las principales resistencias.

El análisis gráfico dice que al romperse una resistencia se dan señales de compra (los motivos por los que se frenaba la subida han desaparecido), así que quien no esté dentro de este mercado puede esperar a dicha ruptura, o bien aguardar a los principales soportes: 2.730-2.530 y 2.350 para S&P y 7.120- 6.530 y 6.000 para el Nasdaq.

Para quien esté invertido, también le valen estas referencias para protegerse o para incrementar posiciones.

Al comprar bolsa americana no hay que olvidar el riesgo-dólar; este se puede eliminar vía buenos fondos de inversión “hedged” que incorporan cobertura.