El sector de la restauración y la hostelería ha sido el más perjudicado por las restricciones impuestas por las administraciones para luchar contra la pandemia de COVID-19.

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La crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus ha golpeado con fuerza al sector empresarial pitiuso en 2020. Y lo peor de todo es que la gran mayoría de pequeños y medianos empresarios de Eivissa y Formentera cree que 2021 será igual o peor que el año anterior. Así queda reflejado en los resultados de la Encuesta de Actividad elaborada por la PIMEEF a 337 asociados a la patronal. Un ejercicio, el del año pasado, que el 77 por ciento de los encuestados califica de malo o muy malo para su negocio, frente al apenas 5 por ciento que lo considera como bueno o muy bueno. El peor dato de la serie histórica desde que la PIMEEF realiza esta encuesta entre sus socios. “Es una realidad que no es ajena a nadie y esta encuesta nos puede permitir corregir lo que no ha salido bien y ver si podemos mantener el barco a flote”, apunta el presidente de Pimeef, Alfonso Rojo.

Y el porcentaje es todavía más alto si de lo que hablamos es de ventas. El 88,5% de las pymes pitiusas encuestadas asegura que sus ventas han disminuido en 2020, mientras que solo un 5% responde que ha aumentado y un 6,5% dice que no ha variado en relación al año anterior. Si se analizan las respuestas por sectores, el que peores resultados ofrece es el de la hostelería y restauración, con un 98,9% de los asociados que asegura que su facturación ha disminuido. Por detrás están el comercio (con un 88,8% de respuestas negativas) y el sector de la industria, el transporte y la construcción, con un 80,7% de socios con unas ventas por debajo de las de 2019.

Otra muestra del cataclismo económico que ha provocado el hecho de que prácticamente no haya habido temporada turística por la pandemia de coronavirus es que la inmensa mayoría, concretamente ocho de cada diez, de los socios de PIMEEF que han asegurado que sus ventas han disminuido en 2020 lo han hecho en un porcentaje superior al 25%, mientras que el 16,4% dice que la caída de ventas ha sido de entre un 11 y un 25%. Tan solo un 3,36% afirma que el descalabro ha sido del 10% o menor. “No hemos encontrado nunca unos datos tan malos, ni en la anterior crisis. Estos resultados nos señalan de forma contundente el destrozo económico que ha provocado la pandemia en Eivissa y Formentera. Existe muchísima incertidumbre y las expectativas no son buenas”, destaca la secretaria general de la patronal pitiusa, Maria Àngels Marí.

EXPECTATIVAS. Pero, quizás, uno de los elementos más destacados de la extensa encuesta de la PIMEEF es el que se refiere a las expectativas empresariales de cara a 2021. En este caso, el 77,15 por ciento de los encuestados se muestra pesimista y vaticinan que el presente año será igual (un 55,79%) o incluso peor (21,36%) que el ejercicio anterior. Un 2020 que las Pitiüses cerrarán con una histórica caída del PIB y que podría ser superior al 30%, según la patronal CAEB. Pese a que cuesta creer que se volverá a vivir un año como el pasado, solo el 22,85% de las pymes de Eivissa y Formentera considera que 2021 será mejor. En este sentido, los más optimistas son los empresarios de la hostelería y la restauración, con casi un tercio de los encuestados que considera que su negocio irá mejor este año.

FACTURACIÓN. La PIMEEF también ha preguntado a sus asociados por la cantidad de la reducción en su facturación y por las pérdidas. En el primer caso, casi el 28% asegura que la disminución en las ventas ha sido de entre 100.000 y 500.000 euros, mientras que el 14,5% apunta que su facturación ha caído en más de medio millón de euros.

Unos datos que implican que 230 de estas pymes dejaron de facturar en 2020 hasta 64 millones de euros. En cuanto a las pérdidas, 25 de las empresas encuestadas afirman haber cerrado el ejercicio con un saldo negativo de más de 100.000 euros.

Las administraciones públicas han puesto al alcance de autónomos y pequeñas y medianas empresas una serie de subvenciones para paliar los efectos de las restricciones impuestas a los negocios para la lucha contra la pandemia de COVID-19. Sin embargo, los asociados de PIMEEF han puesto de relieve la dificultad para el acceso a este tipo de ayudas debido a los “requisitos excesivos” o la falta de subsidios para determinados sectores económicos. De las pymes participantes en la Encuesta de Actividad, un 31% asegura haber solicitado ayudas públicas, mientras que un tercio de los encuestados ha pedido la prestación por cese de actividad en algún momento del año 2020.

En cuanto a las líneas de financiación que han puesto a disposición de autónomos y empresarios entidades como el Instituto de Crédito Oficial (ICO) o el ISBA, casi el 46% de los encuestados han solicitado préstamos y se los han concedido. No obstante, más de la mitad (el 50,93%) considera que la cantidad de dinero que les han prestado no ha sido suficiente.

En este sentido, un 20,14% cree que necesitará más financiación externa para llegar ‘vivo’ a la próxima temporada turística. “Hemos agotado las líneas de crédito. En Eivissa hemos hecho más de 800 operaciones con pymes y autónomos por valor de entre 55 y 60 millones de euros. Es mucho dinero pero es la respuesta lógica que teníamos que tener para acompañar a nuestros empresarios. Hasta 31 de diciembre los datos de morosidad no han variado porque ha habido crédito. Afortunadamente, veníamos de años de bonanza y partíamos de una economía saneada”, señala Óscar Prohens, director de zona de Banco Sabadell. Marí, por su parte, asegura que “en 2020 había muchas empresas con reservas y músculo financiero y, antes que endeudarse, han optado por su remanente”.

Otra cuestión que se trata en la encuesta es la fiscalidad. Las pymes, en su mayoría, también consideran insuficientes las medidas fiscales puestas en marcha por las instituciones locales para aliviar de cargas a las empresas, como la reducción o eliminación de las tasas de ocupación de la vía pública o de las basuras.

ERTE. De las pequeñas y medianas empresas de las Pitiüses que respondieron a la encuesta de PIMEEF, el 54% ha presentado algún Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) durante la pandemia. De entre los que contestaron afirmativamente, el 39% lo presentó para más del 75% de su plantilla durante todo el año, mientras que durante la temporada alta un 37% de las pymes desafectaron del ERTE a más del 75% de sus trabajadores.

La gran mayoría de los socios encuestados, el 86%, considera que estos ERTE deberían mantenerse mientras haya restricciones por culpa de la pandemia, un 3,4% no lo cree necesaria y un 10,6% “no lo sabe”. En cuanto a la condición de tener que devolver todo lo descontado en cuotas de la Seguridad Social si no se mantiene el empleo durante el tiempo exigido en el caso de los ERTE, la mitad (el 50,38%) lo ve una injusticia, mientras que un 26,14% está de acuerdo con ello y el resto, un 23,48%, no tiene una opinión formada sobre ello.

Sobre la intención de los empresarios de mantener o presentar nuevos ERTE a partir del mes de octubre, el 56,68% de los encuestados respondió de forma negativa. En cambio, un 20,28% aseguró que iba a presentar un ERTE para más de los tres cuartos de su plantilla.

PLANTILLA. La crisis económica también ha influido en la confección de las plantillas de trabajadores. En 2020, casi la mitad de las pymes pitiusas, un 49,63%, ha disminuido su plantilla en relación a la que tenían el año anterior, mientras que solo el 4,07% de los empresarios la han ampliado. El resto, un 46,3% no ha variado el número de sus trabajadores. En cuanto a las expectativas de cara al 2021, más de dos tercios de los encuestados (un 67,18 %) asegura que “posiblemente mantendrá” la misma plantilla que en el ejercicio anterior. Por contra, un 24,32% cree que “posiblemente la reduzca”. El 8,49% de las pymes que han respondido a la encuesta es más optimista y prevé que aumentará el número de trabajadores en relación al año 2020.

La incertidumbre sobre la evolución de la crisis en 2021 es el principal factor a la hora de no incrementar el número de trabajadores en plantilla para el 62,69% de los encuestados, por delante de la falta de demanda (11,92% de los empresarios), los costes de la Seguridad Social (9,62%) o los costes de contratación laboral (el 8,08%). Mientras que en 2019, la principal razón por la que las pymes pitiusas no tenían intención de aumentar su plantilla era la falta de formación y/o profesionalidad de los trabajadores. Un argumento que esgrimían el 29,13% de los encuestados.

Los encuestados también han dado su opinión sobre cuál es la mayor amenaza para la actividad económica de su negocio y consideran que la falta de turismo, la inactividad debido al COVID-19, las restricciones en los viajes o el descenso en la demanda son algunos de los condicionantes que marcarán la marcha de su empresa.
Además, proponen a las distintas administraciones públicas incrementar la dotación económica de las ayudas y reducir tasas e impuestos.