Francesc Moll, segunda generación de la empresa Embotits Raima. | Gemma Andreu

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Existe en Menorca una larga tradición de elaboración de embutidos ligada a las porquejades, cuya sobrasada pero también el camot o la carnixulla, son sus máximos exponentes. Una tradición artesana que conocen perfectamente en Embotits Raima, una marca de referencia que se encarga de elaborar y comercializar la familia Moll en Ciutadella desde hace más de treinta años y que está presente en la gran mayoría de establecimientos de alimentación, además de comercializarse fuera de la isla. Una empresa dinámica que da trabajo a 15 personas y que lidera su segunda generación, encabezada por Francesc Moll. En 2020 facturó 1,1 millones de euros, un 30 por ciento menos debido a la pandemia.

ORÍGENES. Fue el sueño frustrado de convertirse en payés lo que llevó a Rafael Moll a convertirse en carnicero. Su padre no veía con buenos ojos que aquel muchacho de 12 años tuviera que consagrar su futuro al campo y por ello le animó a aprender a cortar carne en uno de los locales que existían en la calle dels Pins de Ciutadella. Aquella etapa acabó por hacerle apreciar el oficio de carnicero e hizo que en 1971, Rafael decidiera abrir su propio negocio, ubicado en los bajos de la casa que su familia tenía en sa contramurada. Había cumplido 21 años y tenía toda una vida por delante. Al poco tiempo se casaría con Maite Esquius, que muy pronto le empezaría a ayudar en la carnicería familiar. La paulatina construcción de hoteles y apartamentos ligada a la llegada masiva de turismo a la isla animó a los Moll a abrir un segundo establecimiento en la urbanización de Cala’n Blanes al cabo de nueve años y de este modo, ampliaban su radio de acción comercial dentro y fuera de Ciutadella.

Sin embargo, la proliferación de nuevos supermercados a finales de la década de los ochenta acabó generándoles una dura y difícil competencia para las dos carnicerías de la familia Moll, que acabó forzando su cierre en 1990. “Fue entonces cuando mi padre se dió de de alta como elaborador artesano de embutidos y productos cárnicos y decidió montar un obrador donde alumbraría la marca Embotits Raima, surgida de la unión de sus iniciales a las de mi madre Mayte” explica Francesc Moll, actual gerente del negocio y segunda generación. El objetivo de la nueva aventura empresarial pasaba por elaborar y suministrar productos tradicionales de Menorca como sobrasada, carn y xulla o camot así como también productos cárnicos.

CRECIMIENTO. Al poco tiempo y gracias a la labor comercial de Francesc Moll, los productos de Embotits Raima empezaron a estar presentes en las tiendas de alimentación no solo de Ciutadella sino del resto de municipios de la isla. “Incluso conseguí poder estar en los lineales de algunos grandes supermercados, aunque la operación no nos acabó saliendo demasiado bien porque las condiciones de suministro eran incompatibles con la calidad que nosotros pretendíamos ofrecer en Raima”, explica el gerente.

Su estrategia inicial pasaba por defender una marca de elaboración artesanal basada en materia prima de Menorca, renunciando inicialmente a importar carnes de fuera para embutir. Con este punto de partida, prosiguieron su camino de comercialización de embutidos tradicionales a través de ferias gastronómicas en Catalunya, o innovando en el mercado local con nuevos surtidos de bandejeros de pinchos de carne de cerdo, de pollo o de ternera. A medida que la fama de Embotits Raima iba asentándose y la productividad del obrador también aumentaba para hacer frente a nuevos competidores que llegaban al mercado, acabaron entendiendo la necesidad de crear una segunda marca de embutidos y productos cárnicos envasados dirigida a la gran distribución, que les ayudase a ganar tamaño para ser más competitivos.

Con este paso consiguieron introducirse de nuevo en los supermercados y llegar al canal horeca sin tener que renunciar a poder seguir elaborando productos artesanales de primera calidad, ni dejar de participar en eventos gastronómicos o incluso recibir premios como el que se llevaron en la Fira Medieval de Vic hace tres años.

NUEVAS INSTALACIONES. En 2015 trasladaron su producción a un nuevo obrador de tres plantas y 800 metros cuadrados en el polígono industrial de Ciutadella, donde invirtieron 550.000 euros y adquirieron nueva maquinaria como embutidoras, amasadoras, picadoras o máquinas para vacío. En estas nuevas instalaciones, Embotits Raima también aprovechó para regresar sus orígenes, abriendo una moderna carnicería que serviría para comercialización directa al público.

En paralelo, la familia Moll decidió adquirir Son Catlar, una finca de 150 hectáreas para poder producir carne de ternera de raza autóctona bajo la marca de calidad Vermella Menorquina. “Siguiendo nuestra voluntad de ofrecer la mejor carne autóctona, en 2012 tomamos la decisión de apostar por la recuperación de esta marca de calidad, la Vermella Menorquina, un producto con unas cualidades superiores a otras carnes según un estudio de la Universidad de Zaragoza, además de ser más sostenible por ser una raza perfectamente adaptada a Menorca. En nuestra finca contamos con una cabaña de unos sesenta ejemplares además de tener cerdos para engorde y lechones que nos sirven de materia prima en la que podemos controlar su alimentación”, explica Francesc Moll.

Otra de las apuestas de Embotits Raima fue dirigida hacia los procesos de secado natural de tres meses para su sobrasada de etiqueta negra así como una especialización en la maduración de carnes, con la incorporación de una cámara especial en su tienda para poder ofrecer al consumidor piezas singulares como solomillos, chuletones o entrecots de vaca vieja.

CARNE ECOLÓGICA. El pasado mes de febrero han puesto en marcha un proyecto pionero en la isla para la comercialización de ternera de Vermella Menorquina pero criada de forma ecológica, en colaboración con las fincas de Algaiarens y Son Felip, cuyas prácticas de producción basadas en agricultura regenerativa les permiten llevar a cabo una cría de reses de pastoreo con el sello ecológico otorgado por el Consell Balear de Producción Agraria Ecológica.

Para ello en Embotits Raima han tenido también que obtener la certificación ecológica que les permite manipular este tipo de carne en sus instalaciones de manera independiente al resto de producto. Ellos mismos también se van a encargar de su distribución a través de bandejas envasadas al vacío en la propia carnicería que dispone Raima, así como también en distintos puntos de venta seleccionados de Menorca.