Las actividades de energías renovables presentan crecimientos anuales superiores al 10%.

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El sector instalador necesita incorporar a alrededor de 250 profesionales en Balears. El avance de las tecnologías disponibles así como el dinamismo del sector de la construcción, de las energías renovables y de la movilidad eléctrica han aumentado la actividad de las empresas dedicadas a las instalaciones de baja tensión, alta tensión, telecomunicaciones, clima, gas y energía fotovoltaica. Sin embargo, existe una gran escasez de personal cualificado. Es por ello que desde la Asociación de Instaladores Empresarios de Balears (Asinem) trabajan en colaboración con el Servei d’Ocupació (SOIB) para fomentar la formación que satisfaga las necesidades del sector con diferentes iniciativas.

Una de las causas de esta falta de profesionales es el prejuicio que todavía está presente en la Formación Profesional, asociada a que es para personas que no quieren estudiar, lo que desincentiva estos perfiles, tal y como explica Mayra Argüelles, gerente de Asinem. “Es un tema cultural histórico. La Formación Profesional no es atractiva porque se orientaba a los alumnos que no querían estudiar, pero es una visión equivocada. Ahora un electricista va mucho más allá de la imagen que tenemos de él, porque se puede dedicar al asesoramiento, a tramitar contratos, a domótica y eficiencia energética, etc. La tecnología avanza muy rápido y el sector energético está en continuo cambio”, señala.

Otro problema es que la formación disponible no siempre está actualizada. Neus Sastre, vicepresidenta de Asinem y socia ingeniera de la empresa Baixa Tensió, apunta en esta dirección: “La formación en nuestro sector está obsoleta. Urge una actualización del plan de formación y capacitación en energías renovables reposicionándolo socialmente y dándole valor ya que es uno de los principales ejes para la recuperación económica”. Asimismo, hay dificultades para tener a los trabajadores ya en plantilla actualizados, sobre todo en nuevas tecnologías.

DEMANDA. Argüelles confirma que la demanda de instalaciones de autoconsumo de energía solar va al alza. “Mallorca presenta un mercado muy amplio y hay una mayor sensibilidad en la sociedad para estas instalaciones. El autoconsumo ya está en la mente de muchas familias”, indica. Ante la pregunta de si están llegando empresas de fuera de las Islas para cubrir la demanda de proyectos, opina que “hay mercado para todos”, señalando que se producen tanto situaciones de empresas locales que subcontratan a compañías de la península algunos servicios, como clientes finales que contratan empresas de fuera.

“Hay mercado para todos, pero desde Asinem recomendamos asesorarse localmente y contratar ya no digo a una empresa asociada, sino que está habilitada por Industria, porque a veces las empresas que no conocen el territorio tienen problemas a la hora de tramitar las subvenciones o de encontrar los puntos de conexión. Recomiendo mirar otros factores además del precio porque, por ejemplo, un suelo radiante en Mallorca hay que saber ponerlo. Hay que tener en cuenta las condiciones de humedad”, explica a modo de ejemplo.

Las necesidades del sector son claras, ya que solo la actividad de energías renovables presenta crecimientos anuales superiores al 10%. Esta alta demanda de servicios relacionados con estas instalaciones hace que se necesite personal. Argüelles indica que solo la pasada semana recibió cinco peticiones de contratación de personal por parte de asociados de Asinem. “Tan solo con que cada semana me llegara una petición, son más de 50 profesionales que se requieren cada año en Balears. Pero si contamos que según la encuesta de valoración que hemos hecho a nuestros asociados el 56,5% tiene dificultades a la hora de contratar personal, y por tanto entendemos que más de la mitad de asociados quieren contratar a alguien mientras que tenemos 500 empresas en Asinem, esto quiere decir que se requieren al menos 250 profesionales”, señala.

Las dificultades para contratar profesionales son el segundo problema más importante que enfrentan las empresas isntaladoras, pero el primero sigue siendo el intrusismo. “Nuestro sector requiere de seguridad y del cumplimiento de protocolos. Los manitas no deberían existir, y no solo por la competencia desleal. Suena mal al decirlo, pero la verdad es que la electricidad mata”, señala Argüelles al respecto.

FORMACIÓN. Existen dos tipos de oferta formativa reglada: los certificados de profesionalidad del SOIB, del área de empleo, y la Formación Profesional, del área de educación. Estas dos modalidades son equivalentes a través de un sistema de semejanzas en los contenidos, compartimentados en lo que se llaman unidades de competencia, que ha establecido el Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional.

La oferta de Formación Profesional se imparte de forma mayoritaria en institutos de secundaria o en centros integrados de formación profesional. Buena parte de titulaciones relacionadas con el sector instalador son de la familia de electricidad y electrónica, pero también hay algunos de la familia de energía y agua o de instalación y mantenimiento. La mayoría son de carácter presencial aunque también hay alguna titulación a distancia o de la modalidad de formación dual. Y la mayor oferta es de grado superior.

Mientras que los certificados de profesionalidad del SOIB se imparten tanto en institutos como a través de entidades privadas. El ámbito de la electricidad y la electrónica cuenta con una numerosa oferta de certificados en instalaciones eléctricas, máquinas electromecánicas, equipos electrónicos, telecomunicaciones, agua, energía eléctrica, eficiencia energética y energías renovables. De la misma forma, en instalación y mantenimiento se ofrecen titulaciones de frío y climatización, montaje y mantenimiento de instalaciones o maquinaria y equipamiento industrial.

A modo de ejemplo, en el ámbito de las energías renovables el SOIB ofrece ocho certificados de profesionalidad, que van de las 50 a las 580 horas contando las prácticas y que imparten diferentes entidades en diferentes centros, tal y como se puede observar en la tabla adjunta.

Mejorar la capacitación profesional es un requisito imprescindible para aumentar la competitividad de Balears. Según la Fundación Impulsa, la mitad de la población ocupada trabaja en puestos no adecuados a su nivel formativo, ya sea por sobrecualificación -sobre todo en los servicios-o por infracualificación -más acusada en la industria y la construcción-. Además, existe escasez de mano de obra cualificada en el tramo medio de competencias para trabajos de restauración, servicios personales, operadores de instalaciones y maquinaria, administrativos y otros trabajos de oficina. Incrementar la dotación de trabajadores en el tramo medio, así como incentivar la demanda empresarial en el tramo alto de cualificaciones, permitiría sofisticar los procesos empresariales y generar así mayor valor añadido.

CONTRATACIÓN. La semana pasada dio comienzo un curso de capacitación como instalador en baja tensión, de nivel 2, que imparte Asinem en colaboración con el SOIB. Se trata de un programa formativo dirigido a colectivos con dificultades de inserción laboral que cuenta con 15 plazas y que forma parte del Programa SOIB Formació amb Compromís de Contractació. Cuenta con una subvención de 92.749 euros y, una vez terminada la formación, como mínimo un 60% de los alumnos que hayan aprobado serán contratados.

Neus Sastre, que ha firmado un compromiso de contratación como empresaria, agradece al SOIB y a su directora Pilar Ortiz su trabajo “más allá de una simple colaboración, con un seguimiento ejemplar y complicidad con las necesidades de los empresarios”. Asinem pretende así ser un “puente sociolaboral” actuando como formador de perfiles para sus empresas. A la vez, trabajan con el SOIB y con la Direcció General de Formació Professional para actualizar los temarios de los módulos formativos que han quedado desfasados.