Antonio Vílchez es taxista desde hace treinta años en Ciutadella y preside la Asociación de Radio Taxi Menorca desde hace doce. | Gemma Andreu

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Antonio Vílchez lleva treinta años trabajando de taxista y doce como presidente de la Asociación de Radio Taxi de Menorca. Este mes de agosto ha sido misión imposible encontrar un taxi disponible y los turistas han tenido que aguardar largas colas por la falta de vehículos para atender toda la demanda generada en un verano caótico donde todas las miradas apuntaban a su colectivo.

¿Qué ha pasado con los taxis este verano?
Nos hemos visto desbordados por una situación que nadie podía prever y por ello, quiero empezar pidiendo disculpas públicas, con el compromiso que no va a volver a suceder. Sepa que hemos trabajado al 200%, con jornadas de hasta 14 horas, pero que no han sido suficientes para absorber tal cantidad de peticiones de servicio. Nos sabe mal por el daño que se ha producido a hoteles, restaurantes y todos a los que no hemos llegado.

¿Cómo lo justifican?
Este verano creo que hemos fallado todos en una especie de tormenta perfecta. Es verdad que han faltado taxis, pero también han faltado frecuencias de transporte público para desplazarse porque las flotas no estaban todas operativas. Han faltado coches y motos de alquiler y se ha producido un colapso. Desde la administración pública a nuestro colectivo pasando por otras opciones de movilidad, todas hemos fallado y debemos entonar un mea culpa.

¿Nadie lo vio venir?
Coinciden diversos factores. Un cambio de perfil de turista que hemos recibido que no ha sido el británico, que no se mueve, sino el nacional, que quiere conocerlo todo seguido, del francés, que también ha llegado en masa con las mismas intenciones. Una percepción de Menorca como destino seguro y de calidad para evitar contagiarse. Una mayor conectividad aérea directa con ciudades de la península con las que antes se hacía escala. También creo que todos los agentes turísticos hicimos unas proyecciones conservadoras para evitar pillarnos los dedos porque veníamos del duro golpe económico del año pasado.

¿Todo la responsabilidad de la movilidad recayó en ustedes?
Este año los taxis hemos pasado a ser la primera opción para el turista porque las familias querían ir solas para evitar contactos. Además, la opción de coches y motos de alquiler tenía unos precios por día muy altos por la falta de flota.

¿Se hubiera resuelto con las licencias temporales, como dice la consellera de Mobilitat del Consell de Menorca?
En Ciutadella, que es donde más se produjo el caos, no se solicitaron en su momento porque, como te decía, no pensábamos que tendríamos esta avalancha. Está claro que tenemos que estar más preparados y no tiene que volver a suceder, por ello activaremos las licencias temporadas en 2022 durante los meses punta porque es una buena solución para evitar estos problemas.

¿Qué más proponen?
También vamos a reforzar nuestra centralita con más equipos informáticos y más personas de atención por turnos porque pese a disponer de cuatro por la mañana, dos a mediodía y cuatro por la noche, no han sido suficientes. Por otra parte, queremos reunirnos con ayuntamientos y Consell o quien haga falta para abordar la situación en búsqueda de mejoras.

¿Qué le parece la propuesta de activar las VTC o las licencias temporales de ámbito insular?
No me parece oportuna porque creemos que no hacen falta en Menorca. En el gremio estamos de acuerdo en que con las licencias temporales es más que suficiente para doblar nuestros coches cuando hay trabajo y, si hace falta, pasar de los 104 a 208 en verano. Debemos empezar por ahí y gestionarlo bien, reforzando también la centralita como le he dicho.

El gremio hotelero también lanzó la propuesta de que los hoteles puedan proveer ellos el servicio de transporte para sus clientes. ¿Cómo lo ve?
Hay hoteles que disponen de su propia furgoneta pero solo para clientes vip. Yo creo que su propuesta sale después de haberse visto ahogados este verano por falta de servicio. Nosotros reconocemos el error y vamos a evitar que se vuelva a producir porque se pondrán los medios.