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Noviembre es un mes estadísticamente bueno. Sin embargo el viernes de la semana pasada y haciendo honor a su nombre, el día del Black Friday, las bolsas cayeron con fuerza tiñendo de rojo las rentabilidades mensuales. La causa fue aparición en Sudáfrica de una nueva variante de la COVID, la B.1.1529, ahora ya conocida como Ómicron.

A día de hoy no se puede saber si se trata de una variante que va a provocar paralizaciones en la economía, principalmente europea que ya atisba nuevas restricciones incluso desde antes de este descubrimiento, o bien quedará en anecdótico y en una simple recogida de beneficios en días de poco volumen por la festividad de Acción de Gracias, pero lo cierto es que ha marcado el mes en las bolsas mundiales. El futuro inmediato está ahora lleno de incertidumbres.

Los extraordinarios resultados empresariales en Wall Street han ayudado a que las caídas de final de mes les hayan pasado desapercidas: el S&P ha perdido un residual 0,83% y el Nasdaq ha conseguido cerrar en positivo ganando un 1,80%. Ambos índices suben más de un 21,5% en 2021 quedándose cerca de sus máximos históricos. En Europa todas las bolsas han presentado números rojos, pero el abanico en cuanto a la profundidad de las pérdidas es amplio: mientras el CAC francés y el FTSE británico únicamente han caído un 1,60% y un 2,53% respectivamente; otras como el DAX alemán, el MIB italiano o el EuroStoxx se han dejado, por este orden, un 3,77%; 3,99% y 4,50%.

Mención especial merece el Ibex 35, de nuevo de los peores índices del mundo, que ha perdido un 8,26% quedando prácticamente plano en cuanto a rentabilidad en 2021. Las principales causantes han sido las fuertes pérdidas de BBVA (-20,78%), IAG (-19,85%) y Arcelor Mittal (-16,50%), pero hay más: 11 de sus 35 componentes han perdido un 10% o más (Melià cierra esta lista con -10,00%).

Afortundamente, 12 compañías han cerrado el mes en positivo a pesar de todo, lideradas por la distribuidora de gas Naturgy (+8,36%); la de componentes de automóviles CIE (+6,80%) y la SOCIMI Merlin (+6%).

Para acabar este repaso mensual, además de mencionar las pérdidas de un índice muy importante como el Nikkei japonés (-3,71%), hay que hablar de las bolsas emergentes, analizadas en esta sección la semana pasada:

Una vez más han mostrado un poco correlación entre ellas, por ejemplo, el Bovespa brasileño, uno de los peores en este año 2021 ha conseguido salvar los muebles con una caída del 1,53%. Sin embargo, en Asia la evolución ha sido peor con caídas del 3,78%; 4,43% y 7,49% en Sensex indio, Kospi coreano (que ya está en rentabilidad negativa en 2021) y Hang Seng de Hong Kong.

Tras este noviembre en rojo, con la excepción del Nasdaq, las bolsas ya están inmersas en el mes del mediático, aunque estadísticamente no demostrado, rally de Navidad. El viento de cola de la gran temporada de resultados podría servir para cerrar un buen año bursátil, pero habrá que seguir de cerca la evolución de esta variante y, por supuesto, las medidas de los bancos centrales a los que, curiosamente, el empeoramiento de la COVID (frenaría la inflación) daría margen para posponer medidas expansivas de subidas de tipos de interés.