Las discotecas de la isla han tenido una gran afluencia de público todas las noches.

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El sector del ocio en Eivissa ha vuelto a respirar esta temporada 2022 tras dos años cerrados al público por la pandemia de coronavirus. El 24 de junio del año pasado, los ojos de todo el mundo estaban puestos en la prueba piloto que se llevó a cabo con 1.500 personas en Hard Rock Hotel Ibiza para intentar reabrir el ocio nocturno. Había que llevar mascarilla que solo podía ser retirada para beber, los espacios de baile y barra estaban acotados y todos los asistentes debían notificar antes de entrar si estaban vacunados, si tenían PCR negativa o bien si habían pasado el coronavirus. Una vez dentro, se realizaba un test de antígenos a todos los asistentes y todos resultaron negativos. Sin embargo, tras este éxito de ensayo repuntaron los contagios en Europa y España, se volvió a cerrar todo y se esfumó la idea de una temporada de trabajo para el ocio de la isla.

«La verdad que la prueba piloto fue todo un éxito. Ahora lo vemos como muy lejano y, por suerte, todo esto ha pasado a un segundo plano, pero no debemos olvidarnos porque la pandemia de coronavirus nos ha mostrado a todos a nivel mundial lo frágiles que somos», destaca José Luis Benítez, gerente de Ocio de Ibiza, quien resalta de esta temporada 2022 la «normalidad» que ha regresado al sector que representa. «Parece que la gente se olvida de que venimos de dos años de pandemia terrible en los que nuestros locales han estado cerrados. Ha sido una temporada realmente espectacular en el sentido de que ha venido muchísima gente y prácticamente no ha habido problemas. Si te paras a pensar, con un aforo medio de entre 3.000 y 5.000 personas en los locales y que apenas haya habido problemas es todo un éxito, pero me gustaría recalcar que la temporada ha sido normal porque venimos de la pandemia de coronavirus», precisa. En estos dos años de pandemia, Benítez señala la responsabilidad del sector del ocio «tanto con la marca Ibiza como con nuestros clientes y trabajadores y cuando hemos podido volver, hemos demostrado que las cosas se siguen haciendo bien».

SORPRESA. La recuperación del sector ha sido tan importante que, incluso, les ha sorprendido «porque había mucha incertidumbre sobre cómo iba a responder la gente ni cómo iban a interactuar al estar dentro, en salas cerradas. Había quien decía que las discotecas ya no serían lo mismo que antes y se ha demostrado que sí, que hemos vuelto a ser la referencia mundial; nunca hemos dejado de ser la referencia mundial en ocio». «Había ganas de Eivissa, de hacer vacaciones en Eivissa, de pasarlo bien, de divertirse con la gente que quieres y volver a salir...la gente lo ha pasado muy mal en estos dos años y tenía ganas de volver a su vida normal y Eivissa es el sitio ideal porque es un lugar pequeño en el que se puede hacer prácticamente de todo: puedes tener tranquilidad absoluta, diversión, salir a comer a sitios maravillosos, tomar el sol y bañarte en playas preciosas o practicar deporte, por ejemplo. La gente que viene a Eivissa sabe que tiene la opción también de ir a discotecas mundialmente conocidas cada noche si quiere o bien ir una vez a la semana, sabe que tiene la opción de ir y esto es muy importante».

ALARGAR LA TEMPORADA. Una de las principales novedades este año es que el sector del ocio ha extendido la temporada tanto en su inicio como en su final, lo que ha resultado todo un éxito. Así, empezó a haber openings de fiestas y discotecas en abril y los cierres se han extendido hasta prácticamente finales de octubre. «Tuvimos la valentía de abrir durante el mes de abril y pienso que ha funcionado muy bien. Esto ayuda a desestacionalizar, esa palabra que todo el mundo usa pero que quizá no todo el mundo aplica. Las discotecas hemos puesto nuestro granito de arena al abrir antes y cerrar más tarde y esto es muy positivo para toda la isla de Eivissa». En este sentido, solo las fiestas de apertura y cierre generaron un impacto económico superior a los 30 millones de euros, con 30.000 personas desplazadas a la isla para disfrutar expresamente de estas fiestas.

Visto el éxito de alargar la temporada de trabajo, volverán a empezar a abrir durante el mes de abril y principios de mayo. De hecho, hay locales que harán fiestas puntuales en invierno y la discoteca Pacha Ibiza ha sido la primera en anunciar su gran fiesta de Nochevieja. «Vivimos de la conectividad aérea en invierno y es necesario que las administraciones competentes y las aerolíneas no se olviden de que Eivissa está ahí. Tenemos un clima muy suave durante todo el año, podemos tener algo de planta hotelera abierta, restauración y por qué no alguna discoteca abierta los fines de semana. Puede venir gente del norte de Europa a hacer teletrabajo o bien a pasar el invierno porque en su país le sale más caro quedarse y encender la estufa que estar aquí viviendo en un hotel o bien en una casa vacacional», precisa Benítez.

LAS CIFRAS. La recuperación del sector se ha plasmado también en los números, si bien es cierto que hay que esperar al cierre del año para hacer un balance más certero. «Estamos prácticamente en los mismos números que en 2019 e, incluso, en algunos casos nos han dicho que están por encima de ese año. Lo que está claro es que hay que esperar a la cuenta de resultados de final de año y se verá la realidad; seguramente no sea tan buena, pero ya nos dábamos por satisfechos si nos acercábamos a 2019 después de dos años tan malos».

En este punto es preciso recordar la importancia económica del sector del ocio en la economía de la isla, pues según el estudio Ibiza como marca mundial: el liderazgo en la economía del ocio, realizado en 2019 por la Universitat de les Illes Balears, el 35% del empleo de la isla procede directamente del sector del ocio, llegando a alcanzar el pico del 50% en temporada alta. En total, la industria del ocio aporta a la economía insular 770 millones de euros.

VIVIENDA. En cuanto a los problemas que han tenido esta temporada, Benítez destaca que en el sector del ocio no se han dado las dificultades extendidas que ha habido en el resto de ramas para encontrar personal. «Se han cubierto plantillas; tenemos plantillas muy fieles y somos un sector con altos sueldos, a lo que se suma el tema de las propinas, que ayuda bastante. No hemos sido de los sectores que más hemos sufrido por la falta de personal», apunta. Sin embargo, lo que sí han padecido son los problemas que han tenido sus trabajadores para encontrar vivienda a precio asequible. «Los trabajadores han sufrido mucho la falta de vivienda; hay gente que ha tenido que compartir habitación, no digo ya piso sino habitación. Esto te quita calidad de vida y cuando te quitan calidad de vida a la hora de servir a los demás puedes seguir teniendo días buenos, pero también tendrás malos y cuando un trabajador no está bien el cliente lo nota». De ahí la importancia, según cuenta Benítez, de que las administraciones competentes luchen contra el intrusismo en todas sus vertientes, incluida la de la vivienda en forma de alquileres turísticos ilegales o bien villas que se alquilan sin licencia turística. «Si se combate la oferta ilegal en vivienda mejorará la presión sobre el territorio y las carreteras», precisa. Y añade que se puede conseguir con unión, pues se ha demostrado la efectividad de las administraciones cuando van juntas, de la mano, sin importar colores políticos.

«En la lucha contra las fiestas ilegales lo hemos conseguido con la propuesta que se hizo desde el Consell, consensuada con el sector, y que se llevó al Govern y se aprobó. Para 2023 pedimos que se siga luchando contra la oferta ilegal en todas sus vertientes, que daña muchísimo la imagen de la isla. Hay que atajar el transporte ilegal y los pisos turísticos ilegales. Nuestras islas son frágiles, tenemos un tope», apunta. Sobre si este año ha habido fiestas ilegales, Benítez señala que apenas han sido significativas. «Este año, la verdad es que las instituciones se han puesto las pilas y ha bajado muchísimo el número, apenas hemos denunciado una o dos, aunque seguro que se nos han escapado algunas. El cliente no es tonto, quiere ir a un sitio seguro y donde pueda estar tranquilo como es una discoteca de Eivissa, donde tiene un gran equipo de seguridad, enfermería y está todo vigilado constantemente. En estos dos años como no había oferta legal, la gente se fue a las fiestas ilegales», concluye Benítez.