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Apple, Amazon, Alphabet (Google), Meta (Facebook, Whattsapp e Instagram) y Microsoft, se conocen como las big tech y hasta hace poco tiempo Netflix sustituía a Microsoft para formar las FAANG. Todas han dado muchas alegrías a los inversores, pero hace un año el mercado se giró, no solo de tendencia, sino que castigó especialmente a las empresas tecnológicas, mucho más afectadas, teóricamente, por la inflación y subida de tipos.

Parece que sus presentaciones de resultados, que han ido a contracorriente (la mayoría de empresas han sorprendido positivamente al mercado), han penalizado todavía más a estas empresas tecnológicas: Meta, Alphabet, Amazon y Microsoft han decepcionado al mercado y han sido fuertemente penalizadas con ventas masivas.

No ha sido así con Apple y Netflix, cuyas cuentas esta vez sí han gustado, aunque hay que tener en cuenta que en caso de la plataforma de streaming, la penalización desde octubre del año pasado ha sido brutal, puesto que ha perdido un 70% en poco más de 12 meses.

La pregunta que se pueden hacer ahora los inversores es, tras esta purga que ha demostrado que siempre es necesario diversificar, si es momento de incorporar en cartera a las big tech americanas.
Hay varios puntos a analizar, el primero podría ser el entorno: si le van mal la inflación y subida de tipos, entonces parece que hay que esperar. Sin embargo, hay que tener en cuenta no solo que el techo de inflación y tipos puede estar cerca y más que descontado por el mercado, sino valorar si realmente estas empresas son «tecnológicas» puras o son una tienda de libros, proveedores de material, servicios y datos a empresas o incluso bancos (por lo tanto con componente cíclico).
De hecho son compañías con una deuda muy baja, especialmente en los casos de Alphabet y Meta. De hecho, la que tiene un ratio de deuda respecto a su capitalización más alta es la menos penalizada: Apple.

Siguiendo con los ratios financieros, uno que se utiliza como comparativa es el PER, se trata de un cálculo que nos marca el tiempo en que se recupera la inversión en una empresa vía beneficios. Históricamente las tecnológicas tienen este ratio muy alto, o incluso incalculable (al no haber beneficios); pero hoy en día las big tech cotizan a PER realmente bajos, especialmente tras estas caídas.

Otro punto a analizar es el de los soportes técnicos y, como pasa habitualmente en momentos de repunte, parece que ahora están buscando apoyo en ellos. Así por ejemplo, Amazon, que parece estar en caída libre, está formando un soporte estos días. En caso de no conseguirlo, el siguiente está en los 80 dólares. Apple y Microsoft sí han conseguido rebotar en los 133-130 y 213 dólares, respectivamente, que siguen valiendo; Alphabet intentando consolidar los 89-85 y Netflix, que lleva meses subiendo, está apoyándose en los 256 dólares.

Parece que el momento puede ser bueno, pero el inversor tiene que tener en cuenta que es difícil diversificar cartera si va a invertir en todas estas acciones. Una opción a considerar es hacerlo a través de fondos que presenten a estas acciones entre sus principales posiciones, sin necesidad de ser fondos puramente tecnológicos que las metan a todas en el mismo saco.