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Me escribe un amigo para pedirme que comparta en Facebook un anuncio de trabajo en el que buscan a un profesional para su empresa. Me dice que ha publicado el mismo anuncio en prensa, pero que no consigue candidatos. Le recomiendo que también lo haga en Linkedin, la red profesional, pero me comenta que alberga pocas esperanzas porque, entonces, el candidato de fuera se encuentra con el problema añadido de la falta de vivienda. Es el pez que se muerde la cola.

La sección de ofertas de empleo hace días que va llena hasta los confines, una tónica que se viene repitiendo desde hace bastantes meses. Se exprimen todos los canales de comunicación posibles, incluso los buzones han recobrado vida. Hace unos días me encontré un folleto publicitario de una conocida empresa de distribución alimentaria, que tiene previsto abrir un nuevo supermercado en Maó donde también buscaba candidatos. Las empresas de Menorca están desesperadas para encontrar personal, tal y como ya sucedió la temporada pasada. Da la sensación que Balears se enfrenta a una escasez histórica de personal en algunos sectores clave, un problema que no es exclusivo de nuestro archipiélago sino de la mayoría de las economías desarrolladas.

Diversos informes dicen que es solo el comienzo del problema del mercado laboral, provocado por el envejecimiento de la población y los cambios en el modo de vida. Hay cuestiones coyunturales como la fuerte recuperación económica tras la pandemia de COVID-19, pero también se producen factores más estructurales como llenar el vacío dejado por la generación del baby boom. La tasa de fecundidad lleva mucho tiempo muy por debajo del nivel de reemplazo generacional (nuestro país encabeza el podio junto a Italia y Malta según Eurostat) pero también han comenzado a jubilarse quienes nacieron entre 1945 y principios de los 60, alertando que el punto álgido se espera para 2030, cuando existirá un vacío difícil de llenar.

Por otro lado, las empresas notan que más gente quiere trabajar a tiempo parcial porque parece como si, desde la pandemia, hubiera calado un mensaje general que el Estado se hará cargo de todos nuestros gastos a final de mes. La falta de mano de obra puede llegar a convertirse en el mayor obstáculo para el crecimiento de nuestra economía.