Ignacio del Rio, responsable de la oficina de KPMG en Palma, considera que los tipos de interés no volverán a estar tan bajos como en los últimos años.

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Ignacio del Río asumió el pasado enero con ilusión y responsabilidad la dirección de la oficina de KPMG en Balears. Es consciente de las enormes dificultades que tiene la población para acceder a una vivienda. Sabe que la demanda prolifera y que la oferta es escasa por lo que los precios no dejan de subir. Reconoce que el problema es complejo y de difícil solución.

¿Cuál es su principal reto?
Después de más de 17 años en KPMG, asumir esta nueva responsabilidad es apasionante. Profesionalmente he nacido en KPMG y tengo un sentimiento de pertenencia a la firma muy grande. Poder liderar la empresa en Balears es un privilegio y un honor. KPMG abrió la oficina en Balears hace más de 30 años con un claro enfoque hacia el mundo de la auditoría. Estamos en fase de consolidación y expansión de nuestras áreas de asesoramiento legal y consultoría, con una especial sensibilidad hacia el tema turístico por su trascendental importancia en las Islas.

KPMG es mucho más que una empresa auditora.
Efectivamente, en KPMG tenemos un enfoque multidisciplinar con tres grandes funciones: auditoría, legal -con especial atención a los impuestos-, y consultoría, que es un departamento muy extenso que abarca cuestiones diversas. El 70% de nuestros ingresos en Balears proceden aún del área de auditoría. Queremos que los tres grandes departamentos aporten un tercio de los ingresos cada uno.

Siempre focalizados hacia el sector turístico.
Disponemos de un consejo asesor del sector turístico, que es primordial para KPMG. Cuenta con empresarios de gran renombre en Balears, que nos transmiten sus necesidades. De esta manera, conocemos de primera mano cuáles son las demandas del mercado.

En los últimos años se han realizado multitud de operaciones de compraventa de activos hoteleros.
El sector turístico, tras la pandemia, se ha convertido en un refugio para los inversionistas. Los fondos tenían mucha liquidez y han apostado por el turismo. Entendemos que en los próximos años se mantendrá está tendencia. Y eso dentro de un contexto en el que el hotelero mallorquín es reacio a la venta de su patrimonio.

Los tipos de interés van al alza, ¿se prolongará esta situación?
Estamos viendo que tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal tienen la intención de continuar subiendo los tipos hasta que la inflación esté controlada. Creemos que tanto este año como el que viene veremos tipos de interés altos y que no volveremos a verlos tan bajos como estos últimos años. Creemos que cuando se consiga estabilizar la inflación seria razonable ver el tipo de interés en torno al 2 o el 3%. En todo caso, hay factores externos, como la guerra de Ucrania, que no sabemos cómo ni cuando finalizarán. Debemos aprender a vivir con la incertidumbre.

Este escenario con tipos altos es también una oportunidad...
Es evidente que si tienes que financiarte es un momento complicado, aunque también es cierto que seguimos viendo oportunidades interesantes de inversión que compensan las subidas de tipos de interés. Entendemos que es imprescindible contar con una buena estrategia de inversión.

¿Cuál es la situación del mercado inmobiliario en Balears?
Es compleja. Es un mercado con mucha demanda y poca oferta, lo que provoca un incremento de precios. Vemos que la población tiene serias dificultades para acceder a la vivienda. Es un tema capital que debe abordarse.

Uno de los problemas de la vivienda es el alto precio del suelo. ¿Puede abaratarse?
La solución es difícil. La demanda se ha incrementado durante la pandemia y se mantiene ahora. Son muchos los europeos que quieren vivir en Balears, pero el territorio es limitado.

Limitar el alquiler vacacional puede ser parte de la solución.
El alquiler vacacional debe estar en igualdad de condiciones con el sector hotelero. Comprobamos que hay muchos propietarios que prefieren dedicar sus viviendas al alquiler vacacional que al residencial porque es más rentable.

La llegada de los fondos europeos ha despertado grades expectativas. ¿Se está desaprovechando la oportunidad? ¿Aún no ha llegado?
Los fondos europeos son una oportunidad que no podemos desaprovechar. Entendemos que están llegando a un ritmo menor del esperado debido, entre otros factores, a la complejidad de gestionar la mayor ayuda europea concedida hasta la fecha. Por lo tanto, su implantación supone un reto y desafío sin precedentes para la administración pública española. Durante los últimos 20 años desde KPMG venimos prestando servicios a clientes del sector público en el ámbito de la gestión, seguimiento y control de los proyectos financiados por fondos públicos, principalmente fondos estructurales. Estamos convencidos de que se acabarán aprovechando.

Y se acelerará la sostenibilidad y la digitalización de las empresas.
Es un camino irrenunciable y obligado.

La falta de personal se está cronificando.
Captar o retener talento no es fácil. La pandemia provocó que muchos trabajadores abandonaran el sector turístico. Una de las principales dificultades es la complicada situación de la vivienda.