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Alrededor de 250 delegados sindicales de UGT, CCOO, STEI, CSI-F, USO y UFP (Unión Federal de Policía) recibieron hoy al grito de "¡fuera y dimisión!" al delegado del Gobierno, Ramón Socías, quien se situó a la puerta de la Delegación en el mismo momento en el que las citadas centrales sindicales se concentraban frente a este edificio en contra de los recortes anunciados el pasado miércoles por el presidente del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, para reducir el déficit público.


Así, en el momento en el que Socías bajó las escaleras de la Delegación y comenzó a hablar de manera informal con varios líderes sindicales, las personas que estaban concentradas se acercaron a él y comenzaron a increparle exigiéndole su dimisión.

No obstante, el delegado continuó conversando con algunos representantes sindicales e incluso les invitó a que subieran con él a su despacho para poder escuchar sus reivindicaciones. Concretamente, Socías se encuentra reunido desde las 12.30 horas con el secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Miguel Ángel Romero y el portavoz de CCOO, Toni Baos, entre otros.

Durante la concentración, el secretario general del STEI, Biel Caldentey, el presidente del CSI-F en el archipiélago, Andrés Bou, y el portavoz de la Unión Federal de Policía, Jaime Mulet, confirmaron que sus sindicatos secundarán la huelga general en el sector público, convocada por UGT para el próximo 2 de junio y que también será respaldada por CCOO.

Por otro lado, cada uno de los sindicatos portaba una pancarta diferente, de forma que en la del CSI-F se leía 'Nuestra independencia nos avala. Soluciones ya'; en la del STEI 'No al recorte salarial de los empleados públicos; en la de CCOO 'No a los recortes: Nosotros no somos culpables. Que lo paguen los especuladores'; en la de USO 'Los empleados públicos no somos culpables de la crisis económica.

Por su parte, UGT se concentró sin pancarta, si bien algunos delegados llevaban hojas en las que se podía leer '¿Qué van a pagar los bancos, las internacionales y las grandes fortunas?. ¿Dónde quedan las ideologías? Me opongo al zapaterazo'.

"ZAPATERO NO SABE GOBERNAR"

A lo largo de la concentración, varios dirigentes sindicales reclamaron la dimisión de Zapatero porque "no sabe gobernar", al tiempo que le tacharon de 'mentiroso y estafador'.

El portavoz de CCOO, Toni Baos, y el secretario de Acción Sindical de UGT, Manuel Pelarda, coincidieron en la "conveniencia" de ampliar la huelga general del próximo 2 de junio al resto de sectores productivos, teniendo en cuenta que los recortes anunciados por Zapatero "tendrán una influencia en toda la economía del país".

Baos apuntó que la disminución del sueldo de los funcionarios podrá oscilar entre un 5 y un 15 por ciento, en función del salario, de manera que "un maestro de Primaria perderá entre 150 y 200 euros mensuales, que dejarán de circular en cuanto a consumo", afectando, por tanto, a otros sectores económicos.

Preguntado por qué CCOO no había convocado antes una huelga general, pese a la existencia de casi 5 millones de parados en España, indicó que los sindicatos "salen a la calle en proporción a las medidas que se producen desde el Gobierno, de forma que si éstas afectan a un 20 por ciento de los trabajadores, los sindicatos se movilizan en un 20 por ciento y si afectan a un cien por cien, las centrales salen al cien por cien".

Para Baos, antes del recorte de los salarios a los funcionarios en un 5 por ciento de media, el Ejecutivo central debería haber hecho una propuesta para revisar el sistema fiscal, con el fin de que existe una "progresividad" a la hora de pagar los impuestos, para que abonen más los que más tienen.

En similares términos se expresó Pelarda, quien advirtió de que hoy es el inicio de unas movilizaciones que en los próximos días se irán extendiendo al conjunto de sectores económicos, de forma que UGT "no descarta convocar a corto plazo una huelga general que afecte a cada uno de los sectores de este país".

"No sólo es una lucha que afecta al sector público, sino al resto de sectores, porque el recorte de la inversión pública puede poner en peligro más de 250.000 empleos", zanjó.

Por su parte, el presidente del CSI-F en el archipiélago, Andrés Bou, no descartó la convocatoria de una huelga general indefinida, de forma que dijo que su sindicato "no piensa parar", sino que las movilizaciones "irán a más", con el fin de obligar a Zapatero a rectificar.

Así, anunció que el próximo lunes, el CSI-F mantendrá una reunión en Madrid con UGT y CCOO para elaborar un "calendario único" de movilizaciones y concentraciones para toda España a las que se invitará al resto de sindicatos y asociaciones de pensionistas, ya que, en su opinión, "la cosa se está desmadrando y, por tanto, los actos reivindicativos se tienen que hacer desde la serenidad".

"BRUTAL AGRESIÓN DICTADA POR EL CAPITAL"

El secretario general del STEI en Baleares, Biel Caldentey, estimó que además de la huelga general del 2 de junio, se deberían convocar

manifestaciones y concentraciones de toda la clase trabajadora, debido a que las medidas de Zapatero suponen una "brutal agresión que viene dictada por el capital financiero, que defiende que la crisis económica se debe resolver a través de una bajada salarial".

Ante esta situación, Caldentey reclamó al Gobierno central una "reforma fiscal progresiva", con el objetivo de que "pague más quien tenga más", de forma que las medidas para salir de la crisis sean "equitativas" y afecten, sobre todo, a las grandes rentas y al capital financiero, que es el "provocador" de la actual situación económica.

"Es falso que tengamos un despilfarro de recursos públicos, ya que tenemos el gasto social más bajo de la UE", sostuvo, a la vez que apuntó que el problema que tiene España es que "ha perdido ingresos fiscales, porque los que tienen más son los que menos pagan y ahora parece que la factura del déficit la tenemos que pagar los trabajadores, lo que es indignante".

Finalmente, el portavoz de la Unión Federal de Policía, Jaime Mulet, criticó que la disminución del sueldo a los funcionarios supone un "constante engaño" del Gobierno a este colectivo, que ya había sufrido una congelación de salarios, de forma que lleva "17 años en los que ha perdido un 30 por ciento de poder adquisitivo".

Para Mulet, este recorte de salarios supone una "miseria" respecto al ahorro que podría obtener el Estado con otro tipo de medidas, como la supresión de Ministerios o la lucha contra el fraude fiscal.