El colectivo de gabrielinos que lideran Ernie y Andrew Salas, padre e hijo, son contrarios a la canonización del padre Serra.

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La comunidad indígena de California ha iniciado una campaña de recogida de firmas para solicitar al papa Francisco que paralice el proceso de canonización de fray Juníper Serra, que según anunció la pasada semana el mismo Santo Padre tendrá lugar el próximo mes de septiembre en Filadelfia. «Hay una historia horrenda acerca de las misiones que fue encabezada por el padre Serra», señala la carta que Andrew Salas, jefe tribal del Grupo de Misiones Indias Gabrieleño de la Nación Kizh, ha remitido al Vaticano.

La tribu tongva o gabrielina es el nombre genérico de tres comunidades indias (gabrielina, fernandina y nicoleña) que vivían en la costa sur de California durante la colonización española en el siglo XVIII, aunque las primeras referencias se remontan al siglo XVI.

Carta íntegra

Salas, hijo de Ernie, que fue líder de la comunidad gabrielina, ha redactado una dura carta para el papa Francisco:

Carta al Papa Francisco

«Soy Andrew Salas, jefe tribal del Grupo de Misiones Indias Gabrieleño de la Nación Kizh (Kit'c). Nuestro territorio tribal prehistórico está centrado en la Misión San Gabriel y se extiende sobre la mayor cuenca de Los Ángeles. Esto es en lo que respecta al reconocimiento que va a dar como Santo al Padre Junípero Serra.

Nosotros, junto a toda la comunidad nativa de California, nos oponemos firmemente a este acto.

¿Es que no conoce la iglesia la historia y el genocidio que facilitó la base del sistema de misiones en California? Hay una historia horrenda acerca de las misiones, que fue encabezada por el padre Serra. Le escribo para pedirle que considere seriamente todos los hechos de la vida y las acciones de este hombre. Para los nativos de California está considerado como un asesinato común. De hecho, a menudo equiparamos la opresión, el abuso, la tortura y la muerte con su imagen. Sus acciones y los medios que utilizó para alcanzarlos no siguen los ideales del cristianismo, por muchas razones.

Las misiones eran las cárceles y campos de la muerte para mi pueblo. Bajo las órdenes de Serra, fueron encarcelados por la noche, muertos de hambre, torturados y violados. Durante el día, eran una fuente de mano de obra esclava para levantar algo de la arquitectura más hermosa en este Estado; sin embargo, no eran más que una fachada para sus enfermedades que infestaban los campos de la muerte. Las mujeres indígenas a menudo querían ahogar a sus bebés recién nacidos porque eran consecuencia de una violación. ¡Qué desesperación deben de haber sentido a cometer tal acto! La esperanza de vida de los niños nativos con frecuencia no pasaba de los diez años con este sistema.

El estilo de vida criminal del que disfrutaron los soldados en las misiones españolas de California enfureció a los hombres y mujeres nativos, lo que llevó a contados casos de resistencia violenta. En 1772, inmediatamente después de que los españoles establecieran la misión de San Gabriel, un soldado violó a la esposa del jefe indio local. El jefe reunió a unos guerreros y se enfrentó al violador. La respuesta del violador fue matar al jefe con su mosquete. El oficial español al mando mandó cortar la cabeza del jefe y la montó en un poste de la misión, como una lección para los nativos. Después de este episodio, las pandillas de soldados de la misión, envalentonados por el consentimiento de la misión con las violaciones y los asesinatos, merodeaban por el campo cada mañana, a la caza de las mujeres nativas. Cuando las hallaban, las trataban como ganado y las violaban en el acto. Hombres nativos que se resistieron fueron fusilados con mosquetes. Esa fue la "civilización" que Serra trajo a California. La forma más común de resistencia indígena era escapar. Algunos lo hicieron en numerosas ocasiones, incluso se amputaban partes del cuerpo para escapar de los grilletes.

La preocupación por el bienestar terrenal de los nativos era inexistente. De lo que se trataba era de bautizar nativos antes de que murieran en el cautiverio. Los sacerdotes a menudo trataron de convertirse en mártires. El martirio era la manera codiciada por los sacerdotes de morir y su primer paso hacia la santidad. Serra buscó ansiosamente oportunidades para hacerse mártir, pero nunca encontró una posibilidad, sobre todo porque los nativos no eran violentos.

Serra no fue muy amable con los indígenas que iba a salvar. Cuando algunos de los nativos cautivos escaparon y tomaron suministros para la huida, Serra tuvo que ser tranquilizado por sus compañeros sacerdotes porque los quería colgar. Serra gritó que "una raza de gente como ésta merece ser pasada a cuchillo". El legado de Serra fue la muerte de al menos la mitad de la población nativa de California y la mayor tasa de exterminio en el país de la misión, de alrededor del 90%.

¿Por qué, entonces, la Iglesia Católica considera al padre Serra como candidato a la santidad? Hay registros serios que acreditan el tratamiento que recibió mi pueblo en nombre de la religión. Los fundamentos del cristianismo incluyen la aceptación, el perdón, el respeto, la generosidad y la tolerancia. El legado que este hombre dejó atrás iba contra estos ideales. Recordamos la pérdida no sólo física, de la enfermedad y de la muerte, sino también la pérdida espiritual de nuestra religión, de nuestra forma de vida, de nuestra dignidad, de nuestra inocencia... De nuestra cultura. Le pedimos que considere seriamente nuestra perspectiva, junto con los hechos descritos por muchos historiadores, cuando se considera a este hombre para la Santidad».

* Andrew Salas es el presidente tribal de los Indios Gabrielenos, hijo del Jefe Ernie.