Camargo y Jarabo (Podemos) junto a Melía y Font (PI) en el pleno de constitución de la Cámara | M. À. Cañellas

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La política de nombramientos de altos cargos y de asesores marcará el pleno de arranque del primer periodo ordinario de sesiones de la legislatura que, excpecionalmente, se celebrará en miércoles de la semana que viene y no el martes -como es habitual- depués de que la presidenta de la Cámara aceptará una petición de una decena de representantes de Menorca: el martes 8 de septiembre es la fiesta de la Mare de Déu de Gràcia.

El debate sobre los cargos llegará por una interpelación del PP y varias preguntas de control. Podemos, que apoya al Govern pero que ha cuestionado algunos nombramientos, no interpelará al Ejecutivo por este asunto. Podemos cuestionaba sobre todo el nombramiento del socialista Fernández Terrés como gerente de SITIBSA.

Ayer no se habló de este asunto en la reunión de corrdinación ni tampoco en la que mantuvieron el día anterior Francina Armengol, Biel Barceló y Alberto Jarabo. Sin embargo, en la de ayer sí se presentó una iniciativa relacionada con la política de nombramientos y de cargos. Propuso que el Ejecutivo aplicara el mismo modelo de selección que utiliza el partido de los círculos. Se basa en un proceso abierto de selección y en que no se contrate a familiares directos. Podemos quiere que esa propuesta se incorpore al proyecto de reforma de la ley autonómica de Función Pública.


Font se va airado

La reunión de seguimiento de los acuerdos de gobierno fue relativamente tranquila y dedicada prácticamente a explicar la situación con la que el Govern encara la elaboración de los Presupuestos del próximo año.

Más tensa resultó la Junta de Portavoces del Parlament y, antes, la reunión de la Mesa de la Cámara. Y todo ello por un asunto aparentemente menor: el reparto de los cupos de preguntas después que PSIB y Més decidieran renunciar a lo que se conoce como «preguntas de autobombo», es decir aquellas planteadas por los partidos de la mayoría para lucimiento de consellers y conselleras. Sin embargo, eso provocó malestar entre los partidos minoritarios, especialmente en el PI y Ciudadanos que se consideran perjudicados ya que las preguntas que dejen de formular PSIB y Més podrán ser utilizadas por el PP, que es el partido con más escaños. Jaume Font (PI) dejó airado la reunión: «Hay un follón de mil demonios y no se aclaran», dijo.