Esta misma mañana, antes de producirse el acuerdo, los sindicatos se han concentrado ante el IB-Salut | Jaume Morey

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Govern y sindicatos han llegado este miércoles a un acuerdo sobre la carrera profesional que pone fin al conflicto que vivían la Conselleria de Salut y el sector sanitario desde hace varias semanas.

Todos los sindicatos implicados y la Administración han firmado un documento en la Mesa Sectorial de Sanidad Extraordinaria de Carrera Profesional por el que se aprueban las bases para reactivarla.

El acuerdo entre IB-Salut y sindicatos establece que los empleados sanitarios que hasta ahora no cobraban la carrera profesional percibirán en 2016 un 25 % del complemento y se desbloqueará para el resto, todo ello a cambio de aplazar a 2017 y 2018 el 50% de la paga extra de 2012.

«Ha sido un acuerdo satisfactorio que reconduce el conflicto al diálogo y abre vías de negociación para futuros temas pendientes», han señalado los sindicatos UGT, USAE, FSES, CSI-F y CCOO en un comunicado, mientras que el director general del Ib-Salut, Juli Fuster, ha manifestado su «satisfacción» por que se ha evitado «un escenario de conflicto».

El acuerdo establece el cobro de un cuarto de la carrera profesional por parte de los profesionales sanitarios que aún no la tienen reconocida desde el año que viene, del 50 % en 2017 y del 95 % (el máximo correspondiente a la Administración autonómica) en 2018. Los empleados del sector que ya la perciben la completarán igualmente en 2018.

El sindicato de Enfermería Satse ha emitido por su parte una nota de prensa en la que afirma que con el acuerdo «se recuperan los derechos perdidos de los profesionales de la Sanidad, poniendo fin a un conflicto que nadie quería».

Lamenta Satse «haber tardado tanto para llegar a dicho acuerdo» pese a lo cual «hay que valorar positivamente el acercamiento del Govern y la administración sanitaria».

El sindicato añade en la nota que «los mayores beneficiarios son tanto los profesionales de la Sanidad como los usuarios. No solo por el conflicto en sí, que no es agradable para nadie, sino porque tener unos profesionales satisfechos y motivados se traduce en una mayor calidad en la atención al paciente».