ARCA rechaza derribar el monumento de sa Feixina al crucero Baleares y propone rendir homenaje a las víctimas | R.L.

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El monumento al crucero Baleares del Parc de sa Feixina es, desde hace semanas, protagonista indiscutible de la actualidad palmesana. Sin embargo, su historia (y su controversia) viene de mucho más lejos.

Los partidos del ahora tripartito de Cort pactaron en su acuerdo de gobierno que desmontarían y retirarían el memorial, ya que «sigue considerándose un símbolo franquista». Según el Ajuntament, la contextualización del monumento que se llevó a cabo en 2010 no consiguió su objetivo y no se ha convertido en un «símbolo de encuentro, de paz ni de democracia».

A raíz de la decisión del Consistorio, varias asociaciones y personajes de la actualidad palmesana se han posicionado a favor o en contra de la retirada del monumento, que, cinco años después de su reforma, ha vuelto a ser motivo de controversia.

Entre los que se oponen a la medida está ARCA. Su portavoz, Àngels Fermoselle, considera que, como «se le desnudó de toda simbología», ahora el monumento «sirve para explicar la historia». Además, Fermoselle cree que no sólo tiene «valor como patrimonio histórico», sino también a nivel arquitectónico porque «es un monumento racionalista muy interesante». Por eso, exige su catalogación y pide una consulta ciudadana para decidir el futuro del memorial.

Por contra, desde la asociación Memòria de Mallorca aplauden la decisión porque consideran insuficiente la actuación del Ajuntament en 2010. Marçal Isern es uno de sus vocales y cree que, en su momento, «Aina Calvo hizo una interpretación personal de la ley de Memòria Històrica» y que «al intentar acabar bien con todos no acabaron bien con nadie». El monumento, inaugurado en 1947 después de una campaña de suscripción popular promovida por Ultima Hora, es el más emblemático de los erigidos por el franquismo y que se mantienen en pie en Palma.