Dimitry U., en el banquillo de los acusados | Guillermo Esteban

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El tribunal del jurado ha declarado este viernes culpable del asesinato de su mujer a Dimitry U., ocurrido en marzo de 2014 en la playa de Son Bauló, en Santa Margalida.

En la lectura del veredicto, celebrada en la Audiencia de Palma, el jurado ha considerado probada por unanimidad «la culpabilidad del acusado de haber dado muerte a la víctima», su esposa.

Según el jurado, tras sacarla del mar, el acusado propinó un fuerte golpe con una piedra en la sien derecha a su mujer que no murió por ese motivo, sino que «acabó muriendo por asfixia mecánica por sofocación».

Posteriormente, el acusado propinó un fuerte golpe con una piedra en la sien derecha a su mujer que no murió por ese motivo, sino que «acabó muriendo por asfixia mecánica por sofocación», según el informe forense citado por el jurado que detallaba que la víctima presentaba heridas en los labios y encías, compatibles con ese mecanismo de asfixia.

Los peritos que participaron en el caso hallaron restos orgánicos del acusado en la piedra y también sangre de la víctima.

Sucedió «todo ello sin posibilidad de defenderse» ya que, tras el forcejeo, el acusado arrastró a su mujer a lo largo de 86 metros en la playa y ella no opuso «resistencia alguna», ha destacado el jurado en su veredicto.

Sobre la petición de la defensa, que alegó trastorno mental transitorio del acusado y solicitó que fuera tenido en cuenta como eximente completa o atenuante, el jurado lo ha rechazado porque considera que no ha quedado probada ninguna grave perturbación mental.

Para adoptar esta decisión, el jurado se ha basado tanto en la exploración realizada en la conducción del acusado a dependencias policiales cuando fue detenido, como en la entrevista con el psicólogo y en el criterio del especialista en psiquiatría que le ha visitado posteriormente, que concluyen que «no se aprecia patología psicótica ni otro trastorno que modifique o que anule su capacidad volitiva».

Tras la lectura del veredicto, la fiscal Amparo González ha pedido a la presidenta del tribunal la máxima condena posible, 20 años de prisión, y ha pedido a la magistrada que al dictar sentencia tenga en cuenta que el acusado «no solamente mató a su mujer sino a una persona que llevaba años con ella, que lo estaba manteniendo, lo ayudaba y apoyaba» y él «no tuvo la más mínima compasión hacia ella, le propinó golpes y la asfixió hasta matarla».

La fiscal ha solicitado que se fije además una responsabilidad civil de 12.000 euros para la madre de la fallecida, porque aunque no había una relación directa entre madre e hija sí existía vínculo y contacto al menos una vez al mes que justifica que se le conceda esa cantidad.

La Abogacía de la comunidad autónoma de Baleares, que ejerce la acusación particular en este caso, se ha adherido a todas las peticiones de la Fiscalía.

La defensa ha pedido que la condena sea la mínima posible por asesinato, 17 años y medio, ya que considera que no hay motivo para que se fije la máxima. Ha pedido además que no se le condene a abonar responsabilidad civil porque la madre de la fallecida no ha reclamado ninguna cantidad.