El Ejecutivo confía en que el papel de Guillem López Casasnovas, el experto nombrado para negociar la nueva financiación, sea clave para modificar además aspectos legislativos como la regla de gasto | CAIB

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El Gobierno central ha obligado al Ejecutivo de Francina Armengol a congelar la disposición de 147 millones de euros del Presupuesto de este año que el Govern no podrá gastar: tendrá que destinarlos a pagar deuda y, más en concreto, a pagar parte de la deuda que tiene con el propio Ejecutivo central. El Ministerio de Hacienda comunicó la pasada semana que, para cobrar los 500 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), debe dejar aparcados esos 147 millones que no podrá gastar.

El FLA es el dinero que presta el Gobierno a las comunidades autónomas para que dispongan de liquidez y no tengan que recurrir a los bancos. El retraso en el pago de esos 500 millones de euros, correspondientes a la primera entrega del año, estaba empezando a provocar «tensiones de liquidez», en palabras de la consellera de Hacienda, Catalina Cladera.

Como consecuencia de esta advertencia y de las tensiones, la Conselleria de Hacienda se vio obligada a modificar el plan de ajuste para comprometerse a no disponer de esa cantidad que ya no podrá gastar en prestar servicios a los ciudadanos de Balears.

Lo chocante de esta situación es que esos 147 millones de euros que deberán destinarse a amortizar la deuda aparecen como consecuencia de la mejora económica. El Govern obtendrá más ingresos, hasta el punto de que las previsiones apuntan a que acabará el año con un superávit del 0,1 por ciento.

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