Los terrenos en los que está ubicado Son Dureta son propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social.

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El Gobierno central ha dado luz verde al Ejecutivo autonómico para poder demoler parte del antiguo complejo hospitalario de Son Dureta y proceder a su transformación como centro sociosanitario con 450 camas hospitalarias y 120 plazas residenciales. Así lo confirmó este jueves la consellera de Salut, Patricia Gómez, quien indicó que la autorización llegó en diciembre. Los terrenos en los que está ubicado Son Dureta son propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) y por ello se ha tenido que informar al Ministerio de Empleo y Seguridad Social sobre las obras que se piensan llevar a cabo.

La empresa IDOM Consulting, Engineering Arquitecture, que se adjudicó la redacción del proyecto de demolición por 133.100 euros, lleva varios meses trabajando en el diseño de derribo que se espera que esté terminado en el primer trimestre de este año. Una vez se tenga el proyecto, se hará un concurso para adjudicar las obras de demolición que la Conselleria de Salut prevé poder iniciar a principios de 2019.

El plan previsto inicialmente es comenzar con el derribo de los viejos edificios de consultas externas, materno infantil y la zona de cocinas. Posteriormente se empezará a levantar un bloque de 8.000 metros cuadrados que acogerá la residencia para personas mayores con dependencia, con 120 plazas. Más tarde se procederá a la construcción del nuevo edificio de 35.000 metros cuadrados en el que se ubicarán servicios ambulatorios; consultas externas y rehabilitación.

El último paso proyectado es la reforma integral del edificio semicircular existente, que se destinará a hospitalización y tendrá 450 plazas. El proyecto de construcción cuenta con presupuesto inicial de 120 millones de euros.