La imagen es de febrero, cuando la mesa sectorial aceptó el decreto y propuso algunos cambios que luego se incoporaron al documento que debía examinar el Consultiu.

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El Consell Consultiu, máximo órgano de consulta sobre proyectos del Govern, acordó este jueves posponer unos días la elaboración del dictamen sobre el decreto que regula el conocimiento del catalán en la sanidad.

Según ha sabido Ultima Hora, a la reunión de se llegó con un punto de especial discrepancia, sobre el que pesaban dos visiones diferentes: concretamente el artículo 7 que establece que el conocimiento del catalán, que no será un requisito para presentarse a oposiciones, sí será imprescindible para promocionar en la carrera funcionarial e incluso para cualquier concurso de traslados.

Técnicamente, y ese parecía ser el escenario más probable cuando se inició la reunión, el dictamen podía ser favorable casi al noventa por ciento pero con un voto particular contrario. Eso hubiera obligado a retrasar todavía más su aprobación y entrada en vigor. El Executiu necesita tener sobre la mesa, y plenamente vigente, el decreto para convocar oposiciones.

También el Gobierno central cuestiona ese artículo. De hecho, el Govern está sumamente tranquilo con otras cuestiones desde que una sentencia del Constitucional no cuestionó que la Ley de Función Pública decidiera si el catalán debía ser requisito o no. Con el PP no lo fue y cuando el Pacte volvió al Govern decidió fijar ese requisito marcando una excepciones (que son las que desarrolla el decreto para el personal sanitario).

Este asunto provocó una evidente tensión a principio de año entre el PSIB y Més. Finalmente, se acordó que no se exigiría ninguna titulación de catalán para acceder a las pruebas pero sí para promocionar internamente. Balears es la única comunidad española que establece el conocimiento de la lengua propia como un requisito al personal sanitario, aunque –en el caso de las Islas– sea un requisito diferido.