La primera víctima política de la caída de Mariano Rajoy será la delegada del Gobierno en Balears, Maria Salom, un cargo de absoluta confianza del Gobierno. Salom, gran amiga de Soraya Sáenz de Santamaría, tomó posesión de su cargo hace un año y medio.

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Maria Salom tiene los días contados en la Delegación del Gobierno si, como se prevé, Pedro Sánchez logra hacerse este viernes con el apoyo mayoritario del Congreso. La caída de Mariano Rajoy arrastrará al único cargo de relevancia del PP en las Islas en el momento en que el previsible nuevo presidente del Gobierno configure a su nuevo equipo.

Será la consecuencia más inmediata del radical cambio político que vivirá la política española y no será el único porque está por ver qué sucede con los recursos presentados contra el catalán y contra la carrera profesional.
Al cambio de caras se suma otra consecuencia importante: en estos momentos no está nada claro qué puede pasar con el Régimen Especial de Baleares (REB). Las negociaciones entre ambos gobiernos estaban a punto de cerrarse, pero el cambio político hace prever que este asunto pueda retrasarse y eso sí que puede tener consecuencias. Para que el REB pudiera estar en vigor el 1 de enero del año que viene era fundamental que entrara en el Congreso antes de junio, algo que ahora parece totalmente descartado.

El portavoz del PSIB, Iago Negueruela, aseguró que, antes de empezar a hacer «futuribles» sobre este asunto es fundamental esperar a que el Congreso dé hoy su confianza a Pedro Sánchez. «Hoy es un día muy importante para la regeneración democrática y los grupos han mirado por encima de los intereses de los partidos ante una situación de emergencia». Negueruela apostó por una legislatura larga «porque nosotros queremos un Gobierno que gobierne y que adopte medidas sociales y de regeneración democrática».

El diputado de Podemos en el Congreso, Juan Pedro Yllanes, coincidió con Negueruela en que toca comenzar a articular un Gobierno que fije unas prioridades completamente diferentes a las del PP. También se pronunció el términos parecidos la portavoz institucional de Més, Bel Busquets, que aseguró que la moción de censura era «una consecuencia lógica ante la vergüenza de un Gobierno marcado por la corrupción». Jaume Font, del PI, reclamó responsabilidad a los partidos y que no provoquen más incertidumbre e inestabilidad.

La marcha de Rajoy cayó como un losa en las filas del PP balear, que espera poder recuperar terreno ante las elecciones autonómicas. «Nos preocupa que en España se pueda imponer y gobernar una coalición Frankenstein de perdedores como la de Balears», dijo el secretario general del PP, Antoni Fuster, quien calificó de «tragedia» lo sucedido este jueves. Fernando Navarro, de Ciudadanos, emplazó a Pedro Sánchez a que explique cuál es su «agenda oculta».