La UIB ha considerado necesaria la aplicación del programa informático Turnitin o similar para detectar posibles plagios. En la imagen, un usuario de internet lee la portada de una tesis doctoral | M.À. Cañellas

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La Universitat de les Illes Balears (UIB) aplicará el programa informático Turnitin o uno similar para detectar posibles plagios en todas las tesis doctorales. Según la previsión del vicerrector d’Investigació i Internacionalització, Jaume Carot, «aplicaremos el programa informático en este curso. Si podemos, lo haremos a finales de este mismo año».

En plena polémica sobre el supuesto plagio en la tesis doctoral del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Carot señala que «la decisión de la UIB no obedece a los recientes casos de determinados políticos con trabajos universitarios cuestionados. La propuesta de someter al Turnitin, o similar, todas las tesis doctorales defendidas en la UIB es de hace un año. Otras universidades españolas ya lo hacen».

Precisamente, la tesis doctoral de Pedro Sánchez ha sido sometida al Turnitin y ha arrojado un resultado de un 13 por ciento de plagio. Para Carot, «este resultado es muy normal. A veces responde a malas prácticas a la hora de citar a otros autores. Es imposible que una tesis doctoral sea 100 por cien original o que no tenga ninguna coincidencia con otras obras. Siempre se nutre de otras fuentes o autores. Lo importante es que, como investigación, sea original en su descubrimiento o aportación al conocimiento, pero, por supuesto, puede desarrollarse en base a otros autores».

Aunque la nornativa de las tesis doctorales (un real decreto de 2011) es bastante garantista, la UIB ha considerado necesaria la aplicación de un programa que detecte el fragmento copiado y el origen del mismo, y establecer el porcentaje del trabajo que corresponde a una copia o plagio.

Hasta ahora, la revisión de una tesis doctoral por el Turnitin era voluntaria por parte del doctorando. Un trabajo de tesis doctoral ya sometido al Turnitin es una garantía y un mérito más ante el tribunal, pero ahora será obligatorio para todos. La UIB ya utiliza el Turnitin desde el curso 2013-14 como herramienta a disposición de todos los profesores para cualquier trabajo o informe. «Gracias a este programa informático se han detectado algunos trabajos copiados, pero muy esporádicos», indica Joan Frau, vicerrector de Docència.

El pasado curso, la UIB registró 243 matriculados en tesis doctorales, de los que 65 (26 por ciento) eran extranjeros. En el año natural de 2017, se leyeron 102 tesis doctorales. El doctorado dura tres años, aunque la mayoría de doctorandos lo prorroga un año más. Si el doctorando se dedica a ello a tiempo completo, excepcionalmente se le puede conceder un quinto año.