Margarita Garau, madre de Nadia, a la llegada a la Audiencia de Lleida. | Adrià Ropero

TW
0

El informe final presentado este viernes por la Fiscalía en el juicio contra los padres de Nadia que se celebra en la Audiencia de Lleida señala que no tienen «ninguna duda de que es una estafa y un engaño prolongado» y califica al padre de la niña, Fernando Blanco, de «gran fabulador y embaucador».

Los padres de Nadia, Fernando Blanco y Margarita Garau, están acusados de un delito de estafa por apropiarse presuntamente de 1,1 millón de euros en donativos obtenidos en campañas de recaudación solidarias para la niña, que padece una enfermedad rara.

El informe fiscal que se ha presentado en el cuarto y último día del juicio se ha centrado en argumentar que «todos y cada uno de los hechos» por los que se acusa a los padres de Nadia «han quedado plenamente acreditados».

«No estamos aquí ante una estafa vulgar, sino ante una elaborada», ha afirmado el fiscal, que en su informe final ha calificado a Blanco de «gran fabulador y embaucador» y ha lamentado que, más allá del daño patrimonial, los acusados «han hecho mucho daño a las personas que les quisieron ayudar y a las asociaciones que realmente sí que recaudan fondos para ayudar».

El ministerio público considera también que si los padres de Nadia «no exageraron más su 'modus vivendi', fue para no acabar con la gallina de los huevos de oro».

Según el fiscal, la creación de la Asociación Nadia Nerea para la Tricotiodistrofia no fue más que un «instrumento» para mantener el «nivel de vida» de los acusados.

El fiscal, asimismo, ha destacado que antes de crear la asociación y mientras la familia vivía en Mallorca, «dormían los tres en el mismo colchón», refiriéndose a la declaración que hizo el hermano de Garau.

Pero una vez «dieron el salto» a las televisiones nacionales, el fiscal considera que la recaudación de donativos se aceleró e incrementó y que así obtuvieron hasta 120.000 euros para costear supuestas intervenciones quirúrgicas a Nadia en Houston (EEUU).

Noticias relacionadas

El ministerio público asegura que fue entonces, a partir de 2012, cuando Blanco y Garau se convirtieron en unos «nuevos ricos y pasaron de vivir en Mallorca y dormir los tres en el mismo colchón a alquilarse un chalé de alto standing en el Pirineo» catalán.

En referencia al carácter del padre, el informe fiscal señala que «tiene una capacidad imaginativa magnífica que le lleva a creerse sus propias mentiras», mientras que de la madre dice que «no es tonta» y que ha tenido «un reparto de papeles» con Blanco, convirtiéndose él en el más «persuasivo» y ella en el personaje «pasivo».

Por este motivo, ha explicado, se ha descartado atenuar la petición de pena de Garau -seis años de prisión al igual que para su marido- que, en algún momento, se había planteado el fiscal. «Blanco y Garau convirtieron el caso de su hija en una lotería de la que iban cobrando premios desde 2009», ha asegurado el fiscal.

El informe explica que el ministerio público decidió añadir subsidiariamente el delito de apropiación indebida por si la sala considera que, en un principio, Blanco y Garau sí quisieron recaudar dinero para Nadia, pero que al ver el beneficio que conseguían «quisieron aprovecharse de ello».

Finalmente ha admitido que el ministerio público se planteó alzar la pena hasta los 8 años de prisión, pero ha asegurado que «no se trata de una venganza, sino de hacer justicia y ahora, el daño, ya está hecho».

La Fiscalía elevó este jueves a definitivas sus conclusiones y pide una pena de 6 años de prisión para cada uno de los acusados por un delito de estafa o apropiación indebida.
También solicita una multa de 9.700 euros consistente en una cuota diaria de 18 euros durante 18 meses.

El representante de la acusación particular, que representa a unas 60 personas afectadas por la presunta estafa de los padres de Nadia, también pide una pena de 6 años de prisión para cada uno y una multa de 7.200 euros.

El juicio proseguirá este viernes con la intervención de la defensa de los padres de Nadia, que tendrán después su último turno de palabra.