José Juan Cardona, a su salida de la cárcel de Ibiza. | Daniel Espinosa

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José Juan Cardona, expresidente del PP en Ibiza y Formentera, ha salido la mañana de este sábado de la cárcel, a las 09:15 horas, después de que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias admitiera la solicitud de los abogados de Cardona, por lo que el expolítico ibicenco disfrutará de dos días fuera de la cárcel de Can Fita.

El exconseller de Comerç, Indústria i Energia del Govern presidido por Jaume Matas entre 2003 y 2007 había pedido en numerosas ocasiones disfrutar de su primer permiso pero el juez de vigilancia penitenciaria de Palma había denegado sus solicitudes en contra del criterio de la Junta de Tratamiento que siempre y con la unanimidad de sus ocho integrantes, había informado favorablemente.

Cardona fue condenado por la Audiencia Provincial en julio de 2013 a cumplir una pena de 16 años de cárcel y al pago de 2,2 millones de euros de multa en el marco del ‘caso Scala’, por los delitos de asociación ilícita, malversación continuada de caudales, prevaricación, falsedad documental, fraude a la administración y falsedad.

En la sentencia, el tribunal le consideró el máximo responsable de una trama corrupta que desde el Consorci de Desenvolupament Econòmic de Balears (CDEIB), organismo dependiente de la Conselleria que él mismo dirigía, por cobrar comisiones y falsear contratos, llegando a desviar más de cinco millones de euros. Es la pena más elevada impuesta a un político en Baleares.

También fueron condenados el ex director general de Promoción Industrial Kurt Viaene (5 años y 5 meses), la exgerente del CDEIB Antonia Ordinas (3 años y 8 meses) y el contratista de este organismo y exconcejal del PP en Lloseta Felipe Ferré (3 años y 3 meses). También fueron condenados a penas que no comportaban prisión otras doce personas con diferente implicación en los numerosos hechos delictivos descritos en la sentencia.

Entre ellas estaba la soprano Isabel Rosselló, pareja de Antonia Ordinas, cuya condición de cantante inspiró a los investigadores a bautizar el caso como Scala, en honor al teatro lírico de Milán. La mayor parte de los condenados admitieron su participación en los delitos y cooperaron con la Justicia, lo que redujo notablemente sus penas. Sin embargo,

Cardona defendió su inocencia en todo momento y se negó a pactar con la Fiscalía.