De izquierda a derecha: Samanta López, Elena González y Beatriz Benavente, en la presentación del circuito.

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El primer trimestre del 2019 deja un balance desolador en cuanto a abuso sexual infantil en Baleares: un total de 111 menores han sufrido algún tipo de agresión, el 80 por ciento por parte de alguien de su entorno más cercano.

Estos son solo algunos de los datos que maneja la Fundación Rana, que este jueves presentó el circuito de atención a víctimas de abuso sexual, al que acudieron casi 100 profesionales. Fundación Rana también hizo el balance de los 10 años de creación del protocolo de actuación para los casos de abuso sexual infantil.

Así, desde 2010, se ha atendido a 427 menores, siendo un 75 por ciento niñas. Según Samanta López, técnica de la UVASI –Unidad de Valoración de Abuso Sexual del IMAS–, la tendencia es al alza, «lo que no significa que haya más casos, sino que la sociedad está más alerta y los protocolos ayudan a una detección más eficaz y temprana. Se ha perdido el miedo a notificar».

La metodología usada para estos menores busca minimizar el daño y hacer el proceso lo más llevadero para el pequeño. Por eso, se intenta que se realicen las menores exploraciones posibles, las entrevistas se graban en vídeo, se usan técnicas para no dirigir el discurso del niño y se observa de cerca lo que el menor no dice, «que es igual de importante que lo que dice», asegura López. Además, se trabaja con las familias.

Uno de los aspectos que más preocupan a los profesionales es que cada vez hay más menores de edad que abusan sexualmente de otros menores. Desde 2010 se han detectado 79 casos, 42 de los cuales son inimputables por no llegar a la edad de 14 años. Gracias a que hace dos años se revisó el protocolo, este tipo de agresores reciben tratamiento.

La edad de la mayoría de los adultos en terapia por haber sufrido abusos en su infancia oscila entre los 26 y los 45 años –un 60 por ciento–. La edad de inicio del abuso para el 65 por ciento de los afectados fue desde los 6 hasta los 10 años.

En cuanto al tipo de agresiones, lo que más predomina son los tocamientos –un 41 por ciento–, seguido de penetraciones –un 38 por ciento– y felaciones –un 28 por ciento–.