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El precio medio del alquiler en Balears ha registrado en los tres primeros meses de 2019 una subida de los precios del 3,48 por ciento respecto al año anterior con una renta media en marzo de 1.277 euros al mes, 373 euros por encima de la media estatal que en marzo ha sido de 904 euros al mes, según revela el informe trimestral de precios de alquiler de pisos.com.

De acuerdo al estudio, el precio de los pisos de alquiler de las Islas han experimentado una subida del 23,98 por ciento respecto al mismo mes de 2018. Así, Balears ha sido la segunda región más cara del Estado para alquilar un piso situándose sólo por detrás de Madrid, comunidad en la que el precio medio del alquiler se sitúa en los 1.604 euros al mes.

Palma, cuarta ciudad más cara del Estado

Respecto a las ciudades, Palma marcó en marzo de 2019 una superficie media de 111 metros cuadrados y una renta media mensual de 1.347 euros. Esta cifra la colocó cuarta en el ranking de las capitales más caras, un listado encabezado por Barcelona (1.900 euros al mes).

Así, los precios de la capital balear cayeron un -3,95 por ciento frente a diciembre de 2018 y, en relación a la diferencia respecto al mes de marzo de 2018, los precios del alquiler en Palma han aumentado un 23,59 por ciento.

En este sentido, el director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, ha asegurado que los precios del alquiler no se comportan de forma homogénea en todo el país y ha alertado de que en los mercados en los que se sitúan los máximos la situación «se está volviendo insostenible».

«Las elevadas rentas están desplazando a muchos inquilinos a zonas más alejadas, lo que afecta a sus vínculos sociales y a sus desplazamientos al trabajo, además de dilatar la formación de hogares debido a la inseguridad habitacional», ha comentado Font, quien ha añadido que los alquileres en las ciudades más presionadas están tocando techo. «La demanda se está negando a incrementar la proporción de su salario destinada al alquiler», ha apuntado.

Finalmente, en relación al real decreto del alquiler del Gobierno, Font ha considerado que la medida «se ha quedado en un brindis al sol». «No contempla medidas reales que permitan ampliar la oferta en alquiler, tanto residencial como social», ha resuelto.