La venta de la sede del PP, de nuevo sobre la mesa.

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El PP balear acometerá un plan de ajuste de gastos como consecuencia de la rebaja de ingresos provocada por la pérdida de representantes en las instituciones de las Islas. Los populares han perdido cuatro diputados, tres consellers en el Consell de Mallorca y otros tres concejales en el Ayuntamiento de Palma.

Cada una de estas instituciones paga a los partidos políticos una cantidad mensual por cada representante, así que la pérdida de ingresos estará cerca de un 30 por ciento de lo que percibían hasta ahora.

El PP también perderá asesores en cada una de estas instituciones porque el número de asesorías está también vinculado a la representación de cada partido en las instituciones. Aunque en la sede no quieren mencionar la palabra ‘despidos’, lo cierto es que hay muchas probabilidades de que el PP tenga que prescindir de alguno de sus colaboradores.

El PP reconoce que habrá ajustes, pero también asegura que la situación está bajo control. Fuentes del partido calculan que la pérdida mensual de ingresos será de entre 4.000 y 5.000 euros en el Parlament.

Se trata de una cantidad importante, pero se verá compensada a finales de año o principios del que viene. El PP dejará de pagar 5.500 euros mensuales de un préstamo que se firmó en el año 2015.

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Más gasto en 2015

Durante la última campaña electoral con Bauzá como presidente, el PP gastó 297.000 euros más de los que recibió después como subvención electoral y tuvo que concertar un préstamo para devolver esta cantidad.

«La situación del PP está más o menos saneada y estamos en condiciones de asumir el recorte de ingresos», señaló un responsable de la formación. En esta campaña electoral, el PP ya hizo unas previsiones de gasto para evitar que se repitiera la situación de 2015, de forma que no han generado nueva deuda.

El segundo gran recorte tras la debacle de 2015

El PP tendrá que hacer una segunda gran operación de ajuste tras la debacle electoral que vivió en el año 2015. En aquella ocasión, la formación perdió 15 de sus 35 diputados, lo que a su vez supuso una pérdida de ingresos superiores a los 20.000 euros mensuales. El PP tuvo que prescindir de cierto personal en la sede, además de tratar de ajustar las finanzas al máximo.