El doctor Melcior Riera es, probablemente, la persona que más sabe sobre el VIH en Baleares.

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Con unos 150 contagios por VIH nuevos anuales, Baleares sigue liderando la tasa de infección. A pesar de todo, en el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el doctor Melcior Riera (Manacor, 1957), coordinador de la Unidad de Infecciosos de Son Espases, destaca que ahora ya no hay tantos diagnósticos tardíos.

¿Cree que verá una curación para el sida?
—Sí, pero supongo que yo ya me habré jubilado, no será en los próximos diez años.

Ante la pregunta de si se podrá curar el sida en un futuro, Bonaventura Clotet, un experto en la materia, habló de una vacuna en menos de diez años, ¿lo ve posible?
—Hay líneas de investigación abiertas pero por lo que dejan entrever los artículos científicos está costando mucho. No funcionan.

Lo que sí se ha aprobado es la pastilla preventiva PrEP, ¿ya se utilizaba como parte del tratamiento?
—Sí, es un fármaco antirretroviral que actúa contra el VIH. Se hicieron estudios y ensayos y se vio que tomado de forma diaria también se prevenía la formación del virus.

¿Ya se ha elaborado un protocolo para administrar el tratamiento?
—Hasta que no esté listo no se puede dispensar la pastilla. No se trata sólo de tomarla, también requiere un control periódico porque puede generar problemas de toxicidad en los riñones, en los huesos... No son pastillas inocuas. IB-Salut quiere que el seguimiento se haga en los Centros de Atención de Infecciones de Transmisión Sexual (CAITS) pero todavía se está organizando. Pedimos hacer un censo de posibles candidatos pero no se puede por temas de confidencialidad.

¿El futuro del tratamiento para el sida pasa por las células madre?
—No lo creo. Hasta ahora se ha utilizado con pacientes que han tenido un tumor y han requerido quimioterapia o radioterapia. Se quedaban sin células y se les traspasan las de pacientes que no pueden infectarse con VIH. En algunos casos ha funcionado pero tiene efectos secundarios y es costosísimo. Es imposible utilizarlo de forma generalizada.

¿Hay pacientes predeterminados a no infectarse con el virus?
—Se dice que no hay ninguna enfermedad infecciosa capaz de matar a todo el mundo. Es un sistema ecológico que hace que siempre haya un porcentaje de población inmune a las infecciones, incluidas las nuevas. Contra el VIH hay una serie de agentes que determinan que una persona tenga correceptores que impiden la infección, aunque es algo raro, una de cada mil.

En Son Espases y Son Llàtzer se hacen ensayos clínicos para que los pacientes controlen la enfermedad con una inyección intramuscular al mes, ¿cómo evolucionan?
—Yo no estoy en el equipo investigador pero sé que evoluciona bien, ya llevan dos años de seguimiento y los pacientes lo aceptan y están bien controlados. Esto sí será una posibilidad real para aplicarse.

¿Qué calidad de vida tiene hoy un enfermo de sida?
—Estamos haciendo estudios sobre esto y en general son pacientes que hacen vida normal, trabajan, tienen pareja, están bien controlados para no contagiar...

¿Cómo actúa el virus VIH?
—Penetra en las células cd4 y las destruye, lo que hace que una persona pueda tener infecciones poco usuales y tumores que normalmente no tendrían por qué tener. Estas células son importantes para prevenir infecciones víricas, por parásitos, tumores o linfomas. De hecho, si no se diagnostica el VIH rápido encontramos ya las defensas muy bajas, es más difícil recuperar el sistema inmunológico.

¿Se siguen haciendo diagnósticos tardíos?
—Hemos mejorado, aunque hay que avanzar más. Junto con organizaciones como ALAS promovemos campañas para el diagnóstico precoz, hay que quitarle el miedo a la gente a hacerse serologías.

No se ha vuelto a ver una campaña tan efectiva como la de ‘Póntelo, pónselo’ de los años 90.
—Le hemos dicho muchas veces al Plan Nacional de Sida o a la Conselleria que harían falta. Ahora las campañas llaman a hacerse analíticas de forma más asidua y también se destinan a Atención Primaria.

¿No bastaría con incluir la prueba en una analítica de sangre?
—Sí, pero muchas se hacen en el ámbito laboral y no les interesa mirarlo. Además, los jóvenes ahora no van a los centros de salud y no conocen a sus médicos de cabecera.

¿El sida es una enfermedad de homosexuales o es un mito?
—Más del 80 % de los diagnósticos están relacionados con las relaciones sexuales, el 50 % de ellos son homosexuales, pero el resto es en parejas heterosexuales. Cualquiera puede contagiarse.

¿Y el 20 % restante se contagia por transfusiones?
—Un 10 % no lo quiere decir y el resto son casos infrecuentes, como transfusiones o se transmiten de madre a hijo, pero suelen venir de otros países.

¿Cuántos casos anuales hay de nuevos contagios en Baleares?
—Unos 150. La Comunitat lidera el ránking de nuevos contagios. Es turística, el nivel de prostitución es alto... Todo esto ayuda.

También aumentan a niveles de los años 80 las infecciones gonocócicas o la sífilis, ¿por qué?
—Primero porque hasta el año 2010 no se diagnosticaban bien y por otra parte porque la gente se ha relajado en el uso del preservativo.

Un estudio de la UIB asegura que uno de cada tres alumnos ha practicado relaciones de riesgo.
—Ahora hay más relaciones con desconocidos, pero prevenir es fácil. La gente no utiliza el preservativo como toca.