El diputado Josep Castells. | Efe

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El desmarque de Més per Menorca, junto con el diputado de IU-Menorca Pablo Martínez, del decreto de medidas económicas urgentes obliga al Govern a tramitarlo como proyecto de ley. Josep Castells (Barcelona, 1970) ejerce como diputado de Més per Menorca en el Parlament desde el 2015.

¿Por qué Més per Menorca no se incorporado al Govern del Pacte en esta segunda legislatura?

—Pensamos que con dos diputados tendríamos más capacidad de influencia fuera del Govern que dentro. Creo que el tiempo nos indica que acertamos.

¿Por qué un partido que se define ecosoberanista ejerce de oposición al actual Govern?

—Ejercemos de oposición cuando se impulsan políticas incompatibles con nuestro ideario. Por otra parte, también hemos apoyado al Govern en muchas cosas, de hecho en la mayoría.

¿Es de izquierdas este Govern?

—El PSIB siempre acaba mostrando algún tic de connivencia con políticas que rechazamos, como cuando, de la mano del PP, le transformaron a la familia Nadal en Manacor, por vía de ley, una residencia de estudiantes en un hotel. Sin ningún trámite y sin comprar ni siquiera plazas. Un pelotazo en toda regla.

¿A qué obedece su rechazo a un decreto para la reactivación?

—En muchos aspectos va en la dirección contraria a la que convendría para la reactivación económica. Además, vulnera impunemente competencias que el Estatut reserva a los consells.

El Consell de Menorca, del que forma parte Més per Menorca, remitió al Govern 28 propuestas para este decreto. ¿Cómo valoran la respuesta recibida?

—Básicamente se recogió una única propuesta. El ninguneo a los consells insulars con este decreto ha sido de antología.

¿Tenía que haberse tramitado como proyecto de ley?

—Sin duda alguna. El decreto ley es una medida extraordinaria, que esquiva los controles democráticos del sistema parlamentario. Debe administrarse con suma prudencia. Gran parte del decreto no se justifica por ninguna urgencia ni mucho menos por la lucha contra la Covid 19. Si acaso, hubiera sido justificado impulsar un número limitado de medidas, como las de agilización administrativa.

¿Repercutirá este desmarque en el Consell de Menorca?

—No tendría por que ser así. Podemos tener diferencias a nivel balear y ser capaces de llegar a acuerdos a nivel insular.

¿Con su actuación generan inestabilidad institucional?

—Lo que genera inestabilidad es llevar al Parlament decretos ley sin los apoyos suficientes.

¿Con quién pactará el Govern para aprobar el proyecto de ley?

—Espero que pacte el proyecto con Més per Menorca y con Esquerra Unida. Sería lo natural.

¿Se siente comprendido Més per Menorca en Mallorca?

—Hablamos tan claro que todos nos entienden, pero la opción insularista menorquina no es comprendida en Mallorca. Toni Gomila, en su monólogo Acorar, sostiene que para los mallorquines el mundo tiene dos partes: Mallorca y el resto. Quizás por esto a veces tenemos la sensación de ser considerados una molestia que hay que soportar con resignación.