La primera embarcación de la jornada ha sido avistada arribando al litoral. Imagen de archivo de una de las pateras abandonadas en la costa en las últimas fechas.

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Casi cuarenta personas viajaban a bordo de tres pateras que este miércoles por la mañana han sido localizadas en aguas de Balears, según informan fuentes de la Delegación del Gobierno en Baleares.

La primera de ellas ha desembarcado sobre las 7.30 horas de este miércoles en Cala Figuera, Santanyí. Al principio la Guardia Civil ha localizado a siete personas, aunque poco después el balance se ha ampliado a doce.

La embarcación ha sido avistada arribando al litoral, según apuntan las mismas fuentes, y la Benemérita y la Policía Local han mantenido un dispositivo en la zona.

Posteriormente se ha informado de la localización al sur del archipiélago de Cabrera de dos pateras más. En ellas viajan alrededor de 25 personas, lo que elevaría el balance de la jornada de personas llegadas en patera a Mallorca a cerca de 40.

La Guardia Civil ha activado su helicóptero para rastrear la zona de Cabrera, por si hubiera más embarcaciones o personas migrantes. Se ha activado el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo, con la embarcación Illes Pitiüses con base en Portocolom, para proceder a rescatar a todas las personas. Después serán trasladadas al puerto de Palma, donde se activa un dispositivo sanitario con efectivos de Guardia Civil, Policía Nacional, Sanidad Exterior y Cruz Roja.

Desde la llegada en una sola noche de más de 200 personas a las Islas a finales del mes de septiembre este fenómeno se ha repetido, aunque de forma más aislada y escalonada. La última de ellas se localizó el jueves de la semana pasada con 5 migrantes en s'Estanyol.

Este 2020 son ya 54 las pateras llegadas a las costas de Baleares, con 671 personas a bordo.

Dada la situación sanitaria, a las personas que entran en Baleares de forma irregular se las somete a pruebas PCR, y en caso de dar positivo por coronavirus se les aísla hasta que superen la enfermedad. Los no contagiados son trasladados a la Península para que las organizaciones del tercer sector se hagan cargo de ellos, ante el cierre generalizado de los centros de internamiento.